Ya lo califican como el robo del año en Santa Cruz. Un grupo aún no cuantificado de delincuentes prácticamente vació el Museo Catedralicio ubicado en la parte posterior de la catedral y se llevó históricos y valiosos objetos de oro y plata. El botín supera los cientos de miles de dólares, de acuerdo a las primeras estimaciones extraoficiales.
Dos monjas que abren cada mañana el museo, ubicado en la Basílica Menor de San Lorenzo y con salida a la calle Cuéllar, fueron las primeras en darse cuenta del robo al ver las puertas de ingreso deschapadas. La policía maneja la hipótesis que los delincuentes escucharon misa la noche anterior, durmieron en el lugar y cometieron el delito en horas de la madrugada de este jueves.
Las dos cámaras de seguridad que hay en el interior del museo fueron anuladas con pintura spray, para evitar que se filme el hecho. Pese a esta astucia de los antisociales, las imágenes borrosas muestran la silueta de dos hombres.
El jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, Miguel González, no descartó que detrás del hecho esté una banda criminal internacional. Por el momento hay cuatro aprehendidos con fines investigativos de los que no se conoce aún el nombre.
El vocero de la iglesia, Marcial Chupinagua, dijo que el valor de lo robado es incalculable porque se trata de reliquias históricas y donaciones que atesoraba el principal templo católico de los cruceños. Por el momento no hay un inventario de los objetos que faltan. El Museo Catedralicio alberga la biblia más pequeña que existe en el mundo y por el momento se desconoce si también fue robada.
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