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martes, 13 de noviembre de 2012

ratifica la Iglesia su caminar al lado del pueblo sirviendo de guía y sin callar contra la inseguridad, la corrupción, el narcotráfico la persistente pobreza como a lo largo de los últimos 50 años


 La Iglesia Católica no cerrará los ojos ni callará su voz ante los “graves problemas” que amenazan al territorio nacional, como la corrupción, la inseguridad ciudadana, el crecimiento del narcotráfico y una pobreza persistente, señala el mensaje final de la 94 Asamblea de los “Obispos de Bolivia” emitido este martes por la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).
El comunicado de los Obispos de Bolivia señala que en estos 50 años de fundación de la Conferencia Episcopal Boliviana, aún con sus limitaciones, buscó tener una mirada atenta a los signos de los tiempos en el país, reflexionó e iluminó, emitiendo sus mensajes de orientación para los católicos y personas de buena voluntad, acerca de lo que se vivía en el país, motivando la solidaridad, la esperanza y, cuando las circunstancias lo requerían, haciendo resonar su palabra profética y cuestionadora.
A la luz del Evangelio, la Iglesia se refirió también a los problemas sociales y políticos en sus implicancias éticas y morales, provocando, en algunas ocasiones, reacciones contrarias y hasta ataques de las esferas de poder: “Hemos sido conscientes de que la fidelidad al Evangelio y la solidaridad con los sectores más pobres y vulnerables del país, exigía proclamar un mensaje en defensa de la vida y la dignidad de toda persona humana, en todos los momentos y ámbitos de su existencia, recalcando los auténticos valores humanos y cristianos”.

La CEB recordó que durante todo este tiempo sirvió con disponibilidad a la sociedad en los muchos momentos de conflictos que han marcado la historia de Bolivia, condenando la violencia en cualquiera de sus formas, sea la del Estado o la proveniente de la propia sociedad, asumiendo la defensa de los derechos humanos y la promoción de la cultura de paz y solidaridad.

lunes, 12 de noviembre de 2012

bellas expresiones de Benedicto XVI a los ancianos que son una riqueza para la sociedad y una escuela de vida para los jóvenes


El Papa Benedicto XVI señaló hoy que es bello ser anciano y por lo tanto en sus rostros no debe estar nunca la tristeza, ya que son una riqueza para la sociedad y una escuela de vida para las jóvenes generaciones.
En su discurso a los que habitan y sirven como voluntarios en la casa "Vivan los ancianos" de la comunidad de San Egidio en Roma, el Santo Padre resaltó que "los ancianos son un valor para la sociedad, sobre todo para los jóvenes".
"No podemos tener un verdadero crecimiento humano y una educación sin el contacto fecundo con los ancianos, porque su misma existencia es como un libro abierto en el cual las jóvenes generaciones pueden encontrar preciosas indicaciones para el camino de la vida".
"Queridos amigos, a nuestra edad con frecuencia tenemos la experiencia de la necesidad de la ayuda de los otros, y esto sucede también con el Papa", prosiguió y explicó que en esto se puede ver "un don del Señor, ¡porque es una gracia ser sostenido y acompañados, sentir el afecto de los otros! Esto es importante en toda fase de la vida: nadie puede vivir solo o sin ayuda, el ser humano es relacional. Y en esta casa veo, con gusto, que quienes ayudan y los que son ayudados forman una única familia que tiene como linfa vital el amor".
"Queridos hermanos y hermanas ancianos, a veces las jornadas pareces largas y vacías, con dificultadas, pocos esfuerzos y encuentros, no se desalienten nunca, ustedes con una riqueza para la sociedad, también en el sufrimiento y la enfermedad. Y esta fase de la vida es un don también para profundizar en la relación con Dios", dijo el Santo Padre.
El Papa dijo a los presentes que llega a la casa de acianos "como Obispo de Roma, pero también como anciano que visita a sus pares. Conozco bien las dificultades, los problemas y los límites de esta edad y sé también que, para muchos, estas dificultades, se agravan con la crisis económica".
"A veces a una cierta edad, se mira al pasado con la nostalgia de cuando eran jóvenes, con energías frescas y proyectos para el futuro. Por lo que la mirada se llena de tristeza, pensando en esta fase de la vida como en el ocaso".
El Santo Padre afirmó que "conociendo las dificultades que nuestra edad conlleva ¡quisiera decirles con profunda convicción que es bello ser ancianos! En cada edad hay que saber descubrir la presencia y la bendición del Señor y las riquezas que ella contiene".
"¡Nunca hay dejarse aprisionar por la tristeza! Hemos recibido el don de una vida larga. Es bello vivir también a nuestra edad, a pesar de algún achaque y limitación. Que en nuestro rostro se vea siempre la alegría de sentirnos amados por Dios, nunca la tristeza".
En la Biblia, continuó el Pontífice, "la longevidad es considerada una bendición de Dios, hoy esta bendición se ha difundido y debe ser vista con un don que apreciar y valorar. Sin embargo, con frecuencia la sociedad, dominada por la lógica de la eficiencia y del provecho, no lo acoge como tal, así con frecuencia lo rechaza, considerando a los ancianos como no productivos, inútiles. Muchas veces se siente el sufrimiento de quien es marginado, vive lejos de la propia casa o está en la soledad".
"Pienso que se debería impulsar un compromiso mayor, empezando por las familias y las instituciones públicas, para que los ancianos puedan permanecer en sus hogares. La sabiduría de vida de la que son portadores es una gran riqueza".
El Papa resaltó además que "la calidad de una sociedad, diría de una civilización, se juzga también por cómo se trata a los ancianos y por el lugar que se les reserva en la vida común ¡el que da espacio a los ancianos da espacio a la vida! ¡El que acoge a los ancianos, acoge la vida!"
En la parte final de su discurso, Benedicto XVI recordó que "el ejemplo del Beato Juan Pablo II fue y sigue siendo iluminador para todos. Nunca olviden que entre los recursos preciosos que tienen está el esencial de la oración: sean intercesores ante Dios, rezando con fe y constancia. Recen por la Iglesia, también por mí, y por las necesidades del mundo, por los pobres, para que en el mundo no haya más violencia".
"La oración de los ancianos puede proteger el mundo, ayudándolo quizá de forma más incisiva que el afán de tantos. Quisiera encomendar hoy a su oración el bien de la Iglesia y la paz del mundo".
"¡El Papa los ama y cuenta con todos ustedes! Siéntanse amados por Dios y sepan llevar a esta sociedad nuestra, a menudo individualista y dominada por la eficiencia, un rayo del amor de Dios. Y Dios estará siempre con ustedes y cuantos los sostienen con su afecto y ayuda".
Para concluir, Benedicto XVI encomendó "a todos a la maternal intercesión de la Virgen María, que acompaña siempre nuestro camino con su amor materno y con gusto les imparto mi Bendición ¡Gracias a todos!"

viernes, 9 de noviembre de 2012

tres nuevos líderes tiene la Conferencia Episcopal. un paceño, un sucrense y un italiano toman la batuta del más alto colegiado eclesiático en Bolivia. Bendiciones


Tres Obispos diocesanos, monseñor Oscar Aparicio, Ricardo Centellas y Eugenio Scarpellini, con edades que están en las cinco décadas, este viernes, asumieron la directiva de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) al celebrarse los 50 años de esta entidad.
Los tres prelados fueron nombrados Obispos   y recibieron la Ordenación Episcopal en la última década, pues, monseñor Oscar Aparicio que preside la CEB es pastor desde el 2002, en tanto que el Vicepresidente, monseñor Ricardo  Centellas en el 2005 y el Secretario General, monseñor Eugenio Scarpellini en el 2010.
PRESIDENTE
El nuevo Presidente de la CEB, monseñor Oscar Omar Aparicio Céspedes, es paceño, nació el 26 de septiembre de 1959, fue ordenado sacerdote el 29 de noviembre de 1987, recibió la Ordenación episcopales el 25 de junio del 2002,
El Papa Juan Pablo II, ahora Beato, le nombró Obispo titular de Cizio y Auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz el 29 de mayo del 2002, ejerciendo esa función por una década.
Desde junio de este año, es Obispo titular de la Diócesis Castrense, nombrado en ese cargo por el Papa Benedicto XVI.  Ejerció como Secretario General de la CEB.
Realizó sus estudios de Filosofía y de Teología en el Seminario Mayor de San Jerónimo. Luego cursó en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
VICEPRESIDENTE
El Obispo de Potosí, monseñor Ricardo Ernesto Centellas Guzmán, es el nuevo Vicepresidente de la CEB, nació en Sucre el 7 de noviembre de 1962, recibió la Ordenación sacerdotal el 11 de agosto de 1988.
El Papa Benedicto XVI nombró a monseñor Centellas como Obispo titular de Torri di Ammenia y Auxiliar de la Diócesis de Potosí el 30 de junio de 2005 y asumió el 15 de septiembre del mismo año.
Entre enero de 1989 y abril de 1991 trabajó en calidad de Vicario en la parroquia San Juan Bautista de Padilla. Entre 1998 y 2005 fue Vicario General de la Arquidiócesis de Sucre, señala un informe de la CEB.
SECRETARIO GENERAL
Monseñor Eugenio Scarpellini Mazzoleni, que es el nuevo Secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana, nació el 8 de enero de 1954, en Verdellino de la Diócesis de Bérgamo, Italia.  Llegó a Bolivia el 11 de enero de 1998, como sacerdote “fidei donum”, es decir en misión.
Recibió la Ordenación sacerdotal el 17 de junio de 1978. El Papa Benedicto XVI le nombró  Obispo titular Di Bida y Auxiliar de El Alto.  Su ordenación episcopal fue el 9  de septiembre del 2010.
En Bolivia ejerció como Ecónomo General de la Arquidiócesis de La Paz de 1995 al 2000. En el año 2004 fue nombrado Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias. Desde el año  2007 hasta la fecha cumplió las funciones de Secretario General Adjunto de la CEB.
Estos tres pastores episcopales fueron elegidos, este viernes, como principales autoridades de la Conferencia.   //JTI//

jueves, 8 de noviembre de 2012

sus últimas palabras como Presidente de la Conferencia Episcopal se refieren a la Justicia nada lúcida y al incremento del narcotráfico. mandó un video a los Obispos

El Cardenal Julio Terrazas durante una videoconferencia ante la Asamblea de Obispos que se realiza en Cochabamba, afirmó este jueves que la justicia en el país continúa manipulada por altas esferas gubernamentales como en el pasado y mediante el amedrentamiento agreden a las personas y las privadas de libertad sin respetar el derecho a la inocencia. 

La autoridad de la Iglesia Católica cuestionó el incremento del narcotráfico en el territorio nacional  y lamentó que se quiera imputar a menores de edad en vez de ofrecerles una buena educación.

“La Justicia en el país sigue mostrando formas y rostros de un pasado de manipulación y de amedrentamiento: es inhumano ver a personas respetables, ancianos, o enfermos, tratados como condenados sin haber sido siquiera juzgados. En todas las leyes es necesario privilegiar el principio fundamental de la presunción de inocencia de una persona”, manifestó Terrazas. 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

solo un puñado de hombres titula el padre Gramunt el texto para describir la obra jusuítica en Bolivia en los diversos campos que la Providencia les ha confiado. no llegan a 100 pero multiplican sus esfuerzos y sus tareas y mueven miles de fieles hacia Jesús en base a la virtud y al trabajo.


Llegó a Bolivia el superior general de la Compañía de Jesús, Societatis Jesus, Adolfo Nicolás. Su breve estadía en el país tiene por objeto tomar el pulso a un puñado de hombres que no llega al centenar pero que desarrollan una intensa actividad en diversos campos, desde la evangelización a la salud, la formación técnica, pasando por la educación, la comunicación social y otros trabajos que se engloban bajo el lema de Fe y Justicia. Tan sólo en la actividad educativa, la Compañía de Jesús en Bolivia dirige establecimientos que forman a 260.000 niños y jóvenes. La comunicación, transmite sus mensajes a través de las radios, los canales de televisión y una agencia de noticias. El modo de ser y de actuar de esta congregación religiosa cultiva y fomenta en sus miembros y discípulos, el  espíritu de excelencia, sin vanos triunfalismos. Se califica a sí misma -como lo quería el fundador, Ignacio de Loyola- como la “mínima Compañía”.
Los jesuitas fueron varias veces expulsados por intrigas palaciegas, otras veces requerido para asumir el trabajo que algunos organismos del Estado no alcanzan a realizar.
El superior general que nos visita es de trato sencillo y afable. Procede de tierras de pan llevar, de la Castilla profunda, curtida por el sol radiante del rojo verano, como el que brilla en el Altiplano, y por la helada y la nieve del gélido invierno que pasman el trigo antes de que llegue al molino para proveernos de nuestro pan de cada día. Este puñado de hombres no trabaja solo. Es una parte de la Iglesia de Bolivia, junto con los obispos, el clero diocesano, las demás congregaciones religiosas, masculinas y femeninas y la valiosa cooperación de los laicos comprometidos con el Evangelio.
Entre los mensajes que el P. Nicolás ha adelantado, rescato el que dirigió a los empresarios peruanos: “todavía hay muchos por hacer para construir una sociedad justa”. “Habrá que seguir adelante para que haya una preocupación por reducir el sufrimiento de la  mayoría… para que el país se ponga en la línea del Reino de Dios, en el que todos tengan la posibilidad de vivir una vida humana, sin miedo ni opresión”.
A Bolivia le ha correspondido la fortuna de conservar la herencia que nos legaron los primeros que llegaron como avanzadilla. Ellos nos legaron: los templos coloniales que tachonan el Altiplano. Y la joya que conocemos propiamente como las misiones jesuíticas del oriente, cuyos templos fueron cuidadosa y fielmente restaurados. Para que esto último fuera posible, los misioneros -unos doctos, otros artesanos- enseñaron a los indígenas las artes y oficios que todavía practican y en las que demuestran una notable habilidad. Las festividades religiosas se celebran con los ritos que se conservan tal y como fueron en los siglos pasados. ¡Y la música barroca, admirada por los más destacados musicólogos!
Me es imposible, continuar en esta relación. Terminaré pues deseando al P. Nicolás, una provechosa visita a Bolivia y elevando una oración al divino Jesús para que ese puñado de hombres cumplan con su divina voluntad que no es otra que la de promover la fe y la justicia en estos tiempos injustos y descreídos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Obispo Auxiliar de Cochabamba el primero y Obispo Auxiliar de Santa Cruz el segundo nombrados por Benedicto XVI para apoyar el trabajo de los actuales pastores




Mons. Robert Flock y Mons. René Leigue nuevos Obispos

Mons. Robert Flock y Mons. René Leigue nuevos Obispos

Esta mañana fueron presentados por Monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo Coadjutor de Santa Cruz, los dos nuevos Obispos de Bolivia. Ante la prensa, Mons. Robert Flock, nombrado Obispo Auxiliar de Cochabamba, dijo tener “una enorme deuda de gratitud” con la Iglesia cruceña y con el Cardenal Julio. Agradeció a todos por participar en su ministerio y les pidió mantenerlo en sus oraciones.
Por su parte el P. René Leigue, dijo sentirse  sentirse soprendido por el nombramiento que no esperaba. Así se mostró orgulloso de ser cruceño y haber haber salido del Seminario San Lorenzo de Santa Cruz. A tiempo de afirmar que no esperaba este nombramiento agradeció la confianza que la Iglesia deposita en él para desempeñar el misniterio de Obipo auxiliar de Santa Cruz y comprometió su trabajo afirmando: “estoy acá para colaborar”.
Monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo Coadjutor de Santa Cruz, expresó en nombre de la Iglesia cruceña y del Cardenal Julio Terrazas, el agradecimiento al Santo Padre por este gesto de carcanía “En primer lugar agradecer el Santo Padre Benedicto XVI este gesto de atención y de amor privilegiado para nuestra Iglesia en este inicio del Año de la Fe  porque nos ofrece dos nuevos servidores del pueblo de Dios; dos personas llamadas a dar testimonio de su vida y a caminar con el pueblo de Dios en estas  dos Iglesias importantes de nuestro país”. Transcrito de INFODECOM.