Las afirmaciones las dio el cardenal Terrazas en medio de las duras críticas de sectores de Gobierno y de los productores de la hoja de coca tras las declaraciones que hiciera Monseñor Tito Solari, en referencia a su preocupación por la vinculación de menores de edad en el narcotráfico.
"Sólo así nos llenarnos de ese Cristo que es capaz de decirnos a todos los creyentes ánimo, no tengan miedo, sigan hablando, sigan diciendo la verdad, sigan pronunciando las palabras de vida, sigan señalando los espacios donde hay víctimas de grupos más poderosos que intentan romper todo aquello que es valor, que es autenticidad en nuestra gente", dijo el Cardenal en su homilía.
Luego hizo una invitación para retornar a la mesa abundante del diálogo cristiano. "Si vivimos de susceptibilidades, si sólo nos interesan los puntos que parecen herirnos, nosotros no podremos caminar lejos, pero tenemos que caminar aunque sea lentamente diciendo en este lugar hay víctimas de la injusticia, en este lugar hay víctimas del narcotráfico, en este otro lugar hay víctimas de la prepotencia y del poder y contra toda víctima se hace presente el Señor, se encarna en nosotros para decirnos que somos obras de Dios y que él nos quiere como sus hijos y como hermanos entre todos nosotros", dijo el Prelado.
Al inicio de su alocución, el Cardenal, lamentó que su ausencia el robo de las joyas del Museo de la Catedral de Santa Cruz. "Reencontramos, por el hecho doloroso de que algunos pensando de que quitando los objetos del Museo se va disminuir la fe de nuestra gente. Es doloroso lo que ha sucedido, es repudiable y es recomendable para que tampoco pase esta ocasión sin que realmente se encuentren a los causantes. No para aniquilarlos, sino para corregir errores o tendencias". Asimismo dijo sentirse satisfecho por la el título de Honoris causa de la Facultad de Teología, en una Universidad de Alemania al Cardenal de Bolivia.
Luego dijo que la palabra del Señor llega muchas veces en los momentos difíciles "y vemos que con la dificultad, este problema que se ha suscitado allá con nuestro hermano el Arzobispo de Cochabamba (Tito Solari), no es un motivo para desalentarnos, sino un motivo para darle gracias a Dios, que quiere que nos mantengamos despiertos, vigilantes y listos a tomar las acciones debidas para impedir que la muerte se vaya apoderando de personas, de grupos o de espacios físicos".
A él no le recordó las palabras del Señor, "felices ustedes cuando los persigan, cuando los calumnien, cuando los maltraten, cuando piensen que es un favor para la sociedad quitarlos de en medio privándoles de la vida. Dijo que la fe busca no un espacio físico para tener poder, sino el corazón del hombre, para que no se incline, ni se arrodille ante ningún ídolo, ante ningún Dios falso y eso velando constantemente para que la dignidad de las personas, de nuestros niños de nuestros jóvenes, de nuestros hermanos adultos sea respetada y sea llevada con altura por toda la sociedad. "Queremos animarle a nuestro hermano Tito y a toda la Iglesia de Cochabamba", dijo.
Frente a la imagen de la Virgen María proveniente de Cotoca, el Cardenal Terrazas, recordó que estos días es de preparación para la Navidad y no con el afán de realizar una Navidad esplendorosa en lo externo, "sino con el afán de vivir una Navidad en profundidad, que nos permita sentir al Señor encarnado en nuestros corazones, diciéndonos las palabras y las acciones que tenemos que decir para que realmente la libertad, la liberación que lo ha traído llegue cuanto antes a todas las personas".
Luego llamó a tener confianza, porque la casa del Señor será puesta en un lugar donde puedan acudir todos los pueblos y todas las personas, para escuchar ahí la enseñanza y dejar conducirse por los caminos de la libertad y la vida.
"Es la casa de todos, no de unos cuantos, no de unos privilegiados, la casa del pueblo de Dios donde tenemos que reunirnos y encontrarnos, encontrarnos en la unidad y el amor. El Señor nos va a decir su palabra, el Señor nos va a enseñar el camino, el Señor nos va a dar la fuerza para convertir algunos instrumentos que utilizamos para la guerra, para la pelea, para el odio, convertirlos en instrumentos que construyen paz, que construyen fraternidad, que construyen todo aquello que el señor desea para la humanidad que se viva como hermanos y que se sientan todos hijos del mismo Dios", afirmó.
Luego dijo que las armas, se convertirán en praderas donde no habrá más guerra de pueblo contra pueblo, no habrá más enojos iras entre los grupos, entre las personas. "La Paz del Señor es la que viene Cristo a sembrar en medio de nosotros y ese camino para que la siembra sea fecunda tenemos que prepararlo, tenemos que hacerlo realmente con una responsabilidad extraordinaria, no colocándole un foquito más a nuestro pesebre en la casa, sino colocar uno en nuestro corazón a los pies del Señor, para que él entre, para que él habite en nuestras vidas, para que él nos cambie, para que así nuestra devoción a la Virgen sea realmente algo que queremos tomar como modelo de ella. Ella aceptó llevar al Señor en su seno, ella aceptó porque era la única manera para que realmente el mundo se reconcilie, ella aceptó la portadora de Cristo para que nosotros seamos capaces de verlo de mirarlo, de contemplarlo, con ojos de admiración, de cariño, porque es uno de los nuestros en su forma de presentarse", sostuvo.
Rememorando un pasaje del Apóstol Pablo, dijo que es el momento de la creatividad, de decir con palabras nuevas y gestos nuevos "a Dios nuestro Padre que lo amamos, que lo queremos, que no vamos a permitir que se nos distraiga con cosas que nos alejan totalmente de nuestro Dios".
"Nuestro Santo padre el Papa, acaba d publicar una entrevista que le han hecho, cuyo título es ‘Luz del mundo’, esa luz que el mundo no la quiere recibir, esa luz que el mundo lo busca en otros orígenes, esa luz que desean todos que ilumine, pero que no le permiten no le abren paso para que sea realmente la luz de Cristo y no las pequeñas luces racionalistas", señaló.
Según el Cardenal el Evangelio es un llamado a vivir en vigilia, "nos preparamos a la Navidad, hay que despertar, hay que estar vigilantes porque la llegada del Señor es definitiva, la llegada del Señor es para salvarnos para siempre y tenemos que esperarlo con las puertas abiertas, y tenemos que estar atentos para que los ladrones no estén forando nuestras casas. Tenemos que ser realmente conscientes de que las luces de Navidad, sino provienen de una conciencia más clara, de un corazón arrepentido y más deseoso de vivir como Dios manda será una Navidad más que la vamos a enterrar ni bien pasen los días feriados", enfatizó.