Este sábado ha tenido lugar un encuentro histórico: el abrazo entre un Papa emérito y su sucesor. Ha tenido lugar sobre las 12.15 del mediodía en el helipuerto de la villa pontificia de Castelgandolfo, donde ha aterrizado el aparato que traía al nuevo Pontífice desde el Vaticano, según relató a la prensa el director de la Sala Stampa, el padre Federico Lombardi, quien definió el encuentro entre los dos sucesores de San Pedro como “cordial y familiar”.
en la biblioteca de la residencia de Castelgandolfo. dos horas de intimidad |
El Papa emérito, Benedicto XVI, acudió a recibir a Francisco junto al obispo de Albano, Marcello Semeraro. Después han ido en el mismo coche hasta el palacio pontificio. En un gesto que lo caracteriza,Benedicto XVI ha reservado para el Papa Francisco el puesto derecho del automóvil, el reservado a la cabeza de la Iglesia, mientras que él ha ocupado la plaza izquierda. Con ellos iba monseñor Georg Gänswein, prefecto de la Casa Pontificia.
Al llegar al palacio apostólico, Benedicto XVI y Francisco rezaron en la capilla. En ese momento se ha producido otra escena de gran emotividad. Cuando el Papa emérito ofreció a Francisco ocupar el reclinatorio designado al Romano Pontífice, éste le respondió: “somos hermanos”, y los dos han rezado juntos en el mismo banco.Después tuvo lugar el coloquio privado y en italiano, en la sala de la biblioteca del palacio, que tuvo una duración de 45 minutos.
Un regalo de humildad
El Papa Francisco llevaba un regalo para su predecesor: una pintura de la Virgen de la Humildad. “He pensado en usted, por lo gestos de humildad que nos ha ofrecido a lo largo de su pontificado”, dijo a Benedicto XVI. Los dos hicieron un comentario sobre la ternura de la "Madonna".
Benedicto XVI y el Papa Francisco comieron junto a sus respectivos secretarios, monseñor Gänswein y monseñor Alfred Xuereb. Lombardi explicó que el Papa emérito viste la sotana blanca, pero sin la esclavina.
“La atmósfera del encuentro ha sido cordial y conmovedora”,aseguró el padre Lombardi. “Este encuentro nos ha hecho recordar las palabras del Papa Francisco en la Logia vaticana tras ser elegido, cuando pidió oraciones por Benedicto XVI”.
La última vez que los dos pontífices se habían visto fue el pasado 28 de febrero, cuando Benedicto XVI se despidió del colegio cardenalicio. Entonces, como ha recordado Lombardi, el Papa emérito recordó que entre ellos se encontraba su sucesor, al que prometió obediencia incondicional.
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