El papa Benedicto XVI afirmó hoy que cuando los derechos fundamentales de la persona lo exijan, entre los que citó la defensa de la vida en todas sus etapas, los obispos tienen el deber de emitir un juicio moral, "también en materias políticas".
El Pontífice hizo estas manifestaciones ante un grupo de obispos brasileños, de la Región Nordeste, que se encuentran en el Vaticano para la visita "ad limina apostolorum", la que están obligados a realizar el Papa cada cinco años todos los obispos de mundo.
Benedicto XVI dijo que el deber inmediato de trabajar por un orden social justo es propio de los fieles laicos y que el de los obispos es contribuir para la purificación de la razón "y despertar las fuerzas morales necesarias para la construcción de una sociedad justa y fraterna".
"Sin embargo, cuando los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas lo exigieran, los pastores tienen el grave deber de emitir un juicio moral, aún en materias políticas", subrayó.
El Papa Ratzinger agregó que los obispos deben rechazar cualquier acción que vaya contra la dignidad de la persona y agregó que sería totalmente "falsa e ilusoria cualquier defensa de los derechos humanos políticos, económicos y sociales que no comprendiese la enérgica defensa del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural".
El Obispo de Roma se preguntó qué puede haber más inerme que un niño no nacido o un enfermo en estado vegetativo o terminal.
"Cuando los proyectos políticos contemplan, abierta o veladamente, la despenalización del aborto o de la eutanasia, el ideal democrático, que sólo es verdaderamente tal cuando reconoce y tutela la dignidad de la persona, es traicionado en sus bases", precisó.
El Pontífice les exhortó a no temer la "oposición y la impopularidad" por defender la vida y a recusar cualquier compromiso y ambigüedad que les relaciones "con la mentalidad de este mundo".
El Papa manifestó asimismo que los prelados deben ayudar a los laicos a vivir su compromiso cristiano de un modo "unitario y coherente" y que es necesaria una nueva catequesis social y una adecuada formación en la doctrina social de la Iglesia.
"Los pastores deben incluso recordar a todos los ciudadanos el derecho, que es también un deber, de usar libremente el propio voto para la promoción del bien común", afirmó.
Benedicto XVI manifestó que los cristianos deben colocar a Dios en la esfera pública e hizo un llamamiento en favor de la enseñanza "confesional y plural de la religión", en la escuela pública del Estado.
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