Iglesia exhorta a feligreses alejarse de la división, el egoísmo y odio
La Iglesia católica pidió ayer rechazar el egoísmo, la división y el odio durante la homilía de la misa central de fiesta de la Virgen María de Urkupiña.
Monseñor Luis Sainz, arzobispo Auxiliar de Cochabamba, presidió la celebración eucarística y fue el responsable del mensaje central.
Le acompañaron el arzobispo de Cochabamba, monseñor Tito Solari y el equipo parroquial responsable de Quillacollo.
“A veces los bolivianos sembramos división, egoísmo, odio en vez de sembrar la fraternidad, solidaridad y convivencia pacífica”, expresó Sainz, asegurando que la vida está en peligro a causa de esos males que ponen en riesgo a los valores de una convivencia civilizada. Asimismo, exhortó a todos los feligreses de la Virgen de Urkupiña a defender la vida.
“La Virgen María dice sí a la vida y un rotundo no a la cultura de la muerte”, acotó refiriéndose también a los constantes accidentes de tránsito que se han ido registrando en distintos puntos del país y que han cobrado vidas y han dejado largas listas de heridos.
Sin dejar de lado los conflictos registrados en el departamento de Potosí, monseñor Sainz manifestó: “Atentamos contra nuestra vida por diferencias políticas y por robar dinero”.
FE Y UNIDAD. En todo momento la autoridad eclesiástica recordó que la salida a todo error y mal está en la fe y la unidad junto a la Patrona de la Integración. Manifestó la importancia de la diversidad existente en Bolivia como la procedencia, la vestimenta, la lengua y la cultura.
Sainz mencionó las advocaciones marianas de Copacabana y el Socavón en el altiplano; Cotoca en el oriente, Chaguaya de los chapacos y Urkupiña en los valles de Cochabamba para ejemplificar la diversidad y a la vez la unidad que representa “María” en sus distintas expresiones.
Las autoridades del Gobierno central y las regionales escucharon atentas las reflexiones, mientras los peregrinos presentes en la eucaristía de fiesta se mostraban emocionados ante la imagen de la Virgen de Urkupiña y a cada instante la saludaban con pañuelos blancos.
“No somos huérfanos, tenemos una madre que nos guía y nos ama, dejémonos guiar por ella”, pidió el Arzobispo Auxiliar.
LEY SECA. Durante la homilía, de casi 20 minutos de reflexiones, fue inevitable el tema del consumo de bebidas alcohólicas y drogas. Sainz ponderó la iniciativa de las autoridades de Quillacollo de dictar una ordenanza con la denominada “Ley Seca” para evitar el consumo de bebidas durante la Entrada Folklórica. Y aunque el cumplimiento atravesó por una serie de dificultades, la Iglesia ve la medida con buenos ojos.
“Que nos enseñe (la Virgen de Urkupiña) el camino para resolver el problema de la drogadicción y el alcoholismo. Cada vez hay más jóvenes tirados en las aceras de las calles de Cochabamba”, expresó preocupado.
AGUA. Los desastres naturales que azotan a algunas regiones no estuvieron al margen de los pedidos directos a las autoridades departamentales y de Gobierno presentes en la mi-sa.
“Cochabamba tiene sed, falta agua en el Valle Alto que tiene el peligro de volverse desierto por los numerosos pozos que se cavan en el subsuelo”, explicó Monseñor que aseguró vivir en carne propia esos problemas.
Propuso que se hagan inspecciones en los proyectos de Paracti, Yungas de Vandiola, Palca y en el río Caine, además de proyectos para almacenar aguas de lluvia y la plantación de árboles en las faldas de los cerros como medidas preventivas. Asimismo, destacó la visita del vicepresidente, Álvaro García Linera
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