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lunes, 7 de diciembre de 2009

trillo nuevo en www.hoybolivia.com nos presenta un elevado pensamiento acerca de ganadores y perdedores que no deben perder la perspectiva de Dios


Han transcurrido las elecciones políticas en Bolivia, y una vez más habrá gente que sintiéndose triunfadora hará gala de su soberbia, como si siempre fuera a estar en el poder; de otra parte, estarán también aquellos que se sintiéndose frustrados porque su candidato no triunfó se sentirán desvalidos. Lo sintomático y constatable de este asunto es que, ni en el triunfo ni en la derrota, nadie se acuerda de Dios, y probablemente sea ésta la explicación de por qué el país no termina de salir de la difícil situación política y social en que históricamente se encuentra. De seguir esto así, las cosas solo empeorarán.

¿Por qué digo esto? Simplemente, porque -como en toda justa electoral- es natural que haya ganadores y perdedores, mas la pérdida no debería inspirar temor a una parte de la población, así como tampoco la victoria debiera implicar altivez de espíritu para quienes circunstancialmente se confirman en el ejercicio del poder. Ahora, está claro que si no existe temor de Dios y se pierde la perspectiva del bien mayor -el bienestar de todo un país- ocurrirá lo de siempre, que cada quien se preocupe solo de sí, cuando lo deseable fuera que gane quien gane, fuera el país quien ganara más, empezando por su reencuentro.

CUANDO DIOS ESTÁ AUSENTE

Mucha gente no sabe que, cuando Dios no está en la agenda del ser humano, quien está en dominio de su voluntad entonces, es el maligno. Muchos no saben que a nivel espiritual hay una guerra permanente entre el bien y el mal, y que estando nosotros en medio, lo visible en el mundo es su consecuencia. Muchos no saben tampoco, que toda autoridad está puesta o por lo menos “permitida” por Dios, y no podía ser de otra manera pues de otra forma estaríamos hablando de un Dios limitado y no todopoderoso.

Para quienes se preocupan por el gobierno elegido, aquí va una pregunta: ¿Por qué ha tenido Bolivia a lo largo de su historia los gobiernos que ha tenido, y por qué hoy tiene por segunda vez consecutiva el gobierno que tiene? “Cada país tiene el gobernante que se merece” dijo alguien. Es casi como cuando alguien decide casarse, las consecuencias de elegir una pareja u otra se verán luego en el matrimonio. La luna de miel suele durar poco, y después habrá que asumir las consecuencias, a menudo, más malas que buenas.

EL OLVIDARSE DE DIOS

Cuando un pueblo se olvida de su Creador y quiere hacer las cosas a su manera, sufrirá. Mucho más cuando sus gobernantes abiertamente proclamen que no creen en Dios, y peor, cuando conociendo a Dios lo ignoren, lo desechen y lo tengan en poco practicando sacrificios y dando honores a “sus dioses”. Esto no es agradable a Dios, y traerá juicio.

Rememorando la historia del pueblo de Israel, habrá que recordar que el gobierno teocrático de Dios pasaba porque la autoridad máxima para el pueblo fueran los Jueces, sin embargo, en algún momento de su historia Israel quiso vivir como el mundo y tener su propio rey, una autoridad humana con leyes humanas, y la consecuencia se la conoce ya. ¡Cuántos tristes ejemplos de reyes que hicieron lo malo ante los ojos de Dios y fueron depuestos con ignominia! Sin embargo, esto trajo sufrimiento a Israel, exactamente igual que cuando los gobiernos humanos obran prescindiendo de Dios.

NADA ESCAPA A LA VOLUNTAD DE DIOS

Pero, nada ni nadie escapó nunca ni escapará a la voluntad de Dios. Esto que digo debería alegrar a quienes están temerosos del futuro, y debería preocupar a quienes están en función de gobierno, porque todos serán en algún momento juzgados por las decisiones que vayan a tomar. Aquí, transcribo algo que escribí hace unos meses atrás:

Ser gobernante no es algo menor, pues ello debería implicar la alta responsabilidad de conducir un país, por ejemplo, para buscar su progreso no solo material sino fundamentalmente espiritual. Hacer un mal uso del poder recibido, solo traerá dolor al pueblo pero también al propio gobernante, quien debería estar consciente del cargo y la responsabilidad que ostenta, y entender que su impericia solo resultará en una mala siembra y una peor cosecha, más allá de lo carismático que pueda ser, o la legalidad y legitimidad que haya respaldado su elección”.

Pese a que se crea lo contrario, que nadie se llame a engaño pues Dios no puede ser burlado, y está escrito que todo lo que el hombre siembre, de lo mismo cosechará multiplicado (Gálatas 6:7). ¿Siembras odio? Vendrá más odio con violencia. ¿Siembras dolor? Pobre de ti, y de los tuyos. ¿Siembras mentira? Apréstate a recibir tu paga.

¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!” (Isaías 5:20-23)

PERDONAR E INTERCEDER

¿Qué hacer por las autoridades que –sin la luz de Jesucristo- andan en tinieblas? En primer lugar, perdonarles si han hecho daño. En segundo lugar, interceder por ellas y pedir misericordia a Dios por sus almas, para arrebatarlas del mal. El Apóstol Pablo decía:

Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:1-4)

TIEMPOS DIFÍCILES

Son tiempos difíciles los que vivimos. Estaba escrito que fuera así, no podía ser de otra manera cuando el príncipe de este mundo -Satanás- quiere que impere el reino de las tinieblas para destruir a la Humanidad. Jesucristo mismo reveló esto, que incluso los creyentes tendrían aflicción en el mundo, pero prometió también que Él estaría con los que creen en Su nombre y obedecen a su palabra, hasta el fin del mundo.

¿Dónde está fallando el hombre? ¿Por qué los malos gobernantes? ¿Por qué está permitiendo Dios que pasen estas cosas? ¿Qué hacer para que la situación cambie para bien? He aquí la solución, sin embargo no muchos lo saben:

Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14)

¿QUÉ LUGAR OCUPA DIOS EN SU VIDA?

¿No esperaba Ud. este resultado? Déjeme decirle que tampoco lo esperaban los que ganaron. Así como Ud. hubiera querido mucho menos para ellos, los del otro bando hubieran querido mucho más. El resultado porcentual mayor o menor finalmente es solo eso, un número que hoy es y mañana nada será. En todo caso, lo que le debería interesar en verdad es, que a partir de hoy Dios pase a tomar el lugar que le corresponde en su vida. ¿Qué lugar ocupan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en su corazón?

Ud. debe saber que nada escapa al control de Dios. Y escrito está, que las tinieblas retrocederán en algún momento ante la luz. Debe saber también, que la verdad se impondrá un día, sobre la mentira. Y, que el bien definitivamente triunfará sobre el mal.Por tanto, no tema. Confíe en Dios, Él le ama y si le entrega su corazón, le dará el sosiego, la paz y el gozo que tanto anhela. Solo tiene que entregar su vida a Jesucristo y recordar que Dios es Amor, y que “…de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su hijo unigénito para que todo aquel que en Él crea, no se pierda más tenga vida eterna” (Juan 3:16).

“PATRIA O MUERTE…”

Es evidente que muchos no conocen o no quieren reconocer la soberanía universal de Dios, por eso quieren cambiar el mundo por sus propias fuerzas y no lo logran. Cuando llegan al poder, creen que lo han hecho por su propio mérito y por el apoyo de las masas. Entonces agradecen a todo el mundo, pero siempre se olvidan del Creador. ¡Cuántas veces se ha escuchado “patria o muerte” y lo que ha ocurrido al final del día es el cumplimiento de lo segundo, por la maldición que ellos mismos se lanzaron con sus propios labios! En realidad, quienes tienen en poco a Dios, es porque en realidad están muertos en sus delitos y pecados.

Quienes creemos en Dios y militamos la batalla de la fe, sabemos que Dios no quiere que nadie se pierda, por eso la proclama debe ser de Vida, la vida eterna en Cristo Jesús.

DIOS ECHA FUERA EL TEMOR

¿Es posible tener paz en éstos y en los futuros días? Claro que sí. Acepte a Jesucristo como su Señor y Salvador, y podrá sentir que “…en el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor…” (1 Juan 4:18), y esto porque “…Dios es Amor” (1 Juan 4:8). Anímese, no tema al hombre, agárrese de la mano de Dios y sus promesas.

Que Dios le bendiga y le colme de la paz que solamente Jesucristo puede dar.Amén.

Trillo Nuevo (Isaias4115@hotmail.com)

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