La noticia de que Jean Vanier ha sido nominado para el Premio Nobel de la Paz 2009 ha sido recibida con gran beneplácito por todos aquellos que conocen su vida dedicada a revalorizar a las personas con discapacidad mental, demostrando cómo una relación de amor con ellas las rescata de su pobreza y las afianza en su dignidad, a la vez que nos muestra nuestra propia incapacidad para relacionarnos y para amar.
La foto de Vanier, un hombre de dos metros de altura y hoy con 80 años, que lo muestra de rodillas frente al papa Juan Pablo II, y abrazado por éste, recorrió el mundo en su momento. Marino, filósofo, hombre de paz, a los 36 años visitó una institución para enfermos mentales, invitado por el padre Thomas Philippe, y fuertemente impresionado por lo que vio, invitó a su vez, en 1964, a dos de los internados a vivir con él, en una pequeña casa en Trosly-Breuil (Francia), que llamó El Arca. Vanier dejó entonces la marina y la filosofía, y se dedicó a profundizar la relación con quienes consideraba los más pobres entre los pobres.
Como dice Vanier, "amar a alguien es, por supuesto, hacer cosas por él, pero sobre todo es estar presente para revelarle su belleza y su valor, y ayudarle a tener confianza en sí mismo. Amar es dejar también que el otro toque mi pobreza y proporcionarle el espacio necesario para que me ame".
Si esa persona absolutamente inocente no puede relacionarse con los demás desde la razón y lo hace con el corazón, con la afectividad, la mirada, el tacto, el gesto mínimo, y el resto de nosotros no consigue entrar en relación con ella, es porque padecemos de una discapacidad del corazón que necesita ser sanada, y es a esta transformación espiritual a la que apunta Vanier.
El mensaje de El Arca se desparramó por el mundo; hoy existen más de 135 comunidades en 36 países, y una de ellas en la Argentina, desde 2003. Vanier visitó nuestro país en 2003 y convocó a más de 1500 personas. Cual peregrino incansable, ha recorrido las naciones dando conferencias, cursos, retiros espirituales, y visitando las comunidades de El Arca. Ha escrito numerosos libros, traducidos a 29 idiomas.
El Arca no es un movimiento confesional, pero sí espiritual y universal; apunta a la búsqueda de la paz interior y a que ésta reine entre todos los hombres, especialmente los que padecen dificultades mentales. "Obrar la paz es acoger a aquel que está cerca, que molesta y es desagradable, que tiene ideas diferentes? No se trata de juzgarlo? No es un rival ni un enemigo, sino un hermano/a en humanidad, herido como nosotros."
En su peregrinar, Jean Vanier relata cómo en las comunidades de El Arca conviven hermanados musulmanes y cristianos, árabes, judíos y palestinos, y esta unidad en comunión demuestra que la paz es posible.
Busca la paz es el nombre de uno de sus últimos libros, escrito poco después del atentado del 11 de septiembre de 2001, y traducido en la Argentina, de modo que nunca más oportuna resulta esta nominación a su autor como premio Nobel.
Excelente. Jean Vanier es un santo contemporáneo y su pensamiento y escritos, ademas de su obra, tienen una gran sabiduria del amor.
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