Ken Wilber, filósofo y escritor internacionalmente conocido, fundador de la Psicología Integral, participará los próximos días 6 y 7 de mayo de 2011 en un íntimo diálogo sobre María Magdalena y el Camino del Amor en el Cristianismo, con la Dra. Cynthia Bourgeault,eminente estudiosa del Cristianismo contemplativo, fundadora de la Aspen Wisdom School (Escuela de Sabiduría del Álamo) y autora del libro titulado The Meaning of Mary Magdalene (El significado de María Magdalena).
Esta noticia me llega justo cuando estoy presentando mi último libro La Hermandad de los Iniciados, donde, entre otros aspectos, profundizo en el significado de María Magdalena para el Cristianismo desde mi propia experiencia con lo divino femenino, alejándome de las teorías conspiranoicas o feministas, tan en boga. Sin despojarle de los méritos que El Código da Vinci, de Dan Brown, o la Cena Secreta, de Javier Sierra, sin duda poseen, por lo general, el personaje de María Magdalena, fundamental en el mito cristiano, ha sido muy mal comprendido. Y lo ha sido, entre otros motivos, porque no se ha accedido, en la mayoría de las obras, a la Fuente de la cual brota todo verdadero Conocimiento: el Alma.
Para mí, esta coincidencia de actos creativos, esta sincronicidad entre la temática de mi libro y el evento integral sobre María Magdalena y el Camino cristiano del Amor consciente, no es, desde luego, azarosa. En cierto modo, estamos siendo convocados por el arquetipo de la Hermandad, de la Comunidad, a realizar la pauta del Amor. Y ese es el centro desde el que dimana mi novela, La Hermandad de los Iniciados. Fíjense en los problemas que está acarreando la persistencia de la pauta opuesta, la pauta de desunión y desintegración: la Caída de las Torres Gemelas, como símbolo de la muerte de los principios egocéntricos que sustentan la mayoría de las relaciones de pareja; o el reciente tsunami en Japón y el subsecuente accidente nuclear. La energía nuclear proviene de una fisión, es decir, de una escisión nuclear. Los alquimistas definían el modo en que se debía proceder para realizar la gran Obra, es decir, la obtención de la piedra filosofal, del oro no vulgar, como un "solve et coagula". O sea, como una separación, una diferenciación, una fisión, primero, para, posteriormente, proceder a la fusión, a la unificación de los contrarios diferenciados, por medio de la pauta fundamental del Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
invitación a comentar lo publicado. la única restricción está en un lenguaje pulcro, directo, sin insultos ni palabras soeces que dañen la dignidad