El portavoz de la Iglesia Católica colombiana, monseñor Juan Córdoba Villota, llamó el miércoles a los presidentes de Venezuela y Ecuador a ``desarmar sus corazones'', buscar el diálogo con Colombia y no aplicar ``chantajes'' comerciales.
Córdoba, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, indicó además que las relaciones diplomáticas en la región ``no pueden tratarse y abordarse con posiciones emocionales que colocan a los países al paso de las emociones de los mandatarios de turno''.
A los presidentes de Colombia, Alvaro Uribe; de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, ``les diría, ya siéntense a charlar, pero con respeto, con altura'', dijo en diálogo telefónico con la Associated Press.
``Países hermanos como estos, a los que nos han unido muchas cosas por años, lo primero que tienen (que hacer) es desarmar los corazones'', afirmó.
Para el religioso, Ecuador y Venezuela están interfiriendo en las decisiones internas de Colombia, ``con posiciones como infantiles de chantaje y amenaza''.
``Si Colombia no hace lo que queremos entonces no le vendemos gasolina, no le compramos sus productos, etcétera, como el niño que dice: `Si no me dan un dulce yo rompo la porcelana', así no se puede manejar las relaciones de los países con amenazas y chantajes infantiles'', señaló el religioso.
Agregó con el alza de los aranceles ecuatorianos a más de 1.300 productos colombianos, la suspensión de venta de combustible venezolano y la paralización de importaciones de autos colombianos, ``aquí [en Colombia] el que sufre es el pueblo, el pobre... yo llamaría a esto una guerra económica''.
Ecuador, cuya economía es dolarizada, impuso el 10 de julio barreras arancelarias de entre un 5 hasta el 86 por ciento a 1,346 productos colombianos, asegurando que era para corregir distorsiones comerciales generadas por oscilaciones del peso colombiano frente al dólar.
Quito rompió relaciones diplomáticas con Colombia en marzo del 2008 tras un ataque militar colombiano a un campamento guerrillero en el vecino país, en una zona cercana a la frontera.
Venezuela anunció el 28 de julio la ``congelación'' de relaciones con Colombia en reacción a negociaciones de Bogotá con Washington para que militares estadounidenses usen bases castrenses en esta nación andina, además de señalamientos de que armas, adquiridas por Caracas en los años 80, llegaron a manos de las narcoguerrillas de las FARC.
Chávez ha dicho que la única manera de que normalice sus relaciones con Bogotá es que Uribe dé marcha atrás en las negociaciones sobre el uso de bases militares.
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