En su homilía de ayer, el cardenal Julio Terrazas reflexionó sobre la situación social, política y económica del país; sobre los discursos y los hechos. Asimismo, reiteró su invitación a la jornada de oración que se llevará a cabo este viernes.
“Vemos a nuestro pueblo alimentado con la promesa de que todo está mejor y lo vemos caminar cada vez con más problemas para llenar el canasto de pan que necesita la familia”, manifestó.
También se refirió a las concentraciones, “que terminan repitiendo palabras bonitas, pero que nunca llegan a tomar decisiones que realmente convenzan de que algo nuevo está sucediendo entre nosotros”. La semana pasada hubo, en el país, dos cabildos y otro tanto de concentraciones y marchas.
“El Señor nos puede decir, Bolivia, Bolivia, te agitas mucho, ¿por qué te mueves tanto?, hay que elegir la mejor parte, aquélla que nadie nos va a arrebatar (...) nuestra libertad, nuestra dignidad humana, la solidaridad auténtica, la justicia”, agregó.
Terrazas lamentó que en el país se hable de la unidad, cuando crece el desconcierto. “Busquemos el fundamento, la unidad no la produce un chicote ni una amenaza verbal, ni un insulto, la unidad hay que hacerla. El Señor es la fuente de la caridad, del perdón y de la reconciliación”.
Por otro lado, el cardenal recordó: “Antes nos llenaron la ciudad de unos letreros bonitos, que decían ‘Es ley del cruceño la hospitalidad’; ahora parece que es ley del cruceño la agresividad, la hemos cambiado”. Luego, instó a recuperar la hospitalidad que da vida y que está exenta de egoísmos. /TIS
No hay comentarios:
Publicar un comentario
invitación a comentar lo publicado. la única restricción está en un lenguaje pulcro, directo, sin insultos ni palabras soeces que dañen la dignidad