«Convocamos a nuestros fieles y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a expresar públicamente sentimientos de solidaridad y un grito de rechazo a toda forma de violencia, venga de donde viniere. Abrimos nuestros templos para que todos podamos pedir al Príncipe de la paz, Jesucristo, esa paz que tanto anhelamos». Con este mensaje, uniéndose al profundo dolor y al apremiante llamamiento que Benedicto XVI reiteró el pasado domingo, los obispos de Colombia han convocado para este jueves a todos los colombianos a rezar por la paz y la liberación inmediata de todos los secuestrados.
La Conferencia Episcopal colombiana se une al dolor manifestado por el Papa ante el bárbaro asesinato de once diputados del departamento del Valle del Cauca, que durante más de cinco años estaban en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Sumándose también a las oraciones de sufragio del Pontífice y al nuevo dolor que enluta a la amada nación colombiana, los obispos de este país se hacen eco del reiterado y apremiante llamamiento de Benedicto XVI «para que cese inmediatamente todo secuestro y sean devueltos al cariño de sus seres queridos todos aquellos que son víctimas aún de semejantes e inadmisibles formas de violencia».
Acompañando con gran solidaridad a las familias que sufren por la absurda muerte de un ser querido y a las de los numerosos secuestrados, los obispos de Colombia, «ante el profundo desprecio por la vida», proclaman una vez más «su carácter sagrado en cuanto proviene del mismo Dios». Y defienden «la dignidad y los derechos inalienables de la persona humana, entre ellos, el de la libertad en sus diferentes formas».
Exigen «la liberación sin condiciones» de todas las personas secuestradas y reiteran el ofrecimiento de sus buenos oficios para la entrega de los cuerpos de los Diputados asesinados y del Mayor Guevara Castro quien falleció en cautiverio el 28 de enero del 2006. Pues «es un imperativo de humanidad que mitiga en parte, la pena y el dolor de los familiares».
Asimismo, los obispos de Colombia piden «insistentemente al Gobierno Nacional la realización de un acuerdo humanitario que permita el regreso a sus hogares sanos y salvos de todos los injustamente privados de la libertad». Y señalan que las FARC y el Ejército del Pueblo «deben comprender el clamor de todo el pueblo colombiano».
Tras renovar su compromiso de «trabajar con las comunidades para seguir buscando auténticos caminos de perdón, reparación, reconciliación y verdad», los obispos de Colombia sienten la urgencia de convocar a todos colombianos «para que denunciemos y rechacemos todos los crímenes e injusticias que están destrozando paulatinamente la convivencia y el tejido social. Es hora de superar el miedo, la indiferencia, el egoísmo, que nos hacen insensibles ante el dolor ajeno y el conformismo propio de las víctimas sin esperanza».
En un mensaje firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, los obispos afirman: «Con Benedicto XVI proponemos estas consignas de paz: En la verdad, la paz - La persona humana, corazón de la paz -La familia humana, comunidad de paz». Y ruegan a Nuestra Señora de Chiquinquirá, Patrona de Colombia, que acompañe a todos los colombianos en el dolor y les ayude a abrir nuevos caminos de esperanza y paz.
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