El fortalecimiento de la familia demanda el perdón, el amor, unión, paz y armonía para que la convivencia en este núcleo de la sociedad cumpla el mandamiento de Jesús, pues, si se ama al Padre también se debe amar al prójimo.
“Dejar de lado la venganza, el odio y todo aquello que nos impide vivir como familia”, exhorta el Obispo Auxiliar de Santa Cruz, monseñor René Leigue, en la fiesta de la Sagrada Familia.
En la homilía de este último domingo del 2012, monseñor Leigue también se refirió al tan proclamado tiempo nuevo, señalando que quienes lo pregonan deben ser los primeros en poner en práctica el cambio de la época de odio a la etapa de reencuentro y pacificación del país, dejando de lado los odios y venganzas. Pues también el país es una familia.
“Queremos ser familia y vivir como familia. A eso nos está invitando el Señor”, señaló el prelado que recibirá la consagración episcopal el 16 de enero.
“Para vivir en paz tenemos que dejar de lado el odio, las venganzas, a lo mejor aquellas cosas que no nos gusta” del otro, del prójimo, del hijo de Dios, “y que nos impiden vivir como hermanos”, remarcó.
Monseñor Leigue también se refirió a las necesidades de las familias, desde los servicios básicos como educación y salud, fuentes de empleo que garanticen el sustento familiar. Señalando que “tanta dificultad que encuentra la familia había que ver cómo mejorar esto”.
PREDICAR CON EL EJEMPLO
Constantemente se está señalando que “empezamos una nueva era” y “qué bonito sería que se ponga en práctica” esto, “dejando de lado todos los malos entendidos”, exhortó monseñor Leigue al puntualizar que el dialogo” con todos, inclusive con el contrario, es la vía para el reencuentro y para poner fin a los desencuentros y la confrontación.
“Que se empiece a vivir todo esto desde allí donde se ha proclamado” y que “no sólo sean palabras” para efectivamente “vivir en paz, en unidad, si es lo que ellos quieren”.
“Si amamos a Dios podemos amar al hermano, si no amamos a Dios no podemos amar al otro”, remarcó el prelado al indicar que debemos “dar gracias a Dios y pedir perdón por las cosas que no hemos cumplido y pedir la fortaleza para hacer aquello que nos proponemos” para el 2013. //JTI//
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