Vistas de página en total

lunes, 12 de mayo de 2008

un artículo que tuvo notable repercusión en los medios

La llamada ”guerra civil” en Europa
Mauricio Aira

La presencia del Papa en Estados Unidos y la continuación del debate para la redacción del Tratado Constitucional de la Unión Europea han puesto sobre el tapete el tema de laicismo y cristianismo con defensores y detractores de una y otra corriente. Es que el momento es de inquietud ante un ateísmo creciente como resultado en parte de la sociedad de bienestar que casi ha sepultado la idea de Dios, al estar las necesidades materiales cubiertas en lo elemental y la falta de objetivos por los que “orar y actuar” que caracterizó el tiempo de un profundo cristianismo que permitió el florecimiento de la Iglesia con la aparición de santos, la extension de la cristiandad a toda la faz de la tierra, el brote de vocaciones religiosas que ¡ay!, fueron la simiente del anticlericalismo que durante dos siglos se nucleó en las ideas de la Revolución Francesa que dividió a los europeos en dos bandos los voltairianos enemigos de la religión y los que veían en la separación de la Iglesia y el Estado una rebelión contra la divinidad.

La rivalidad no cobró víctimas en el último siglo, el frente religioso acepta las libertades civiles los anticlericales ya no son tan radicales, aunque la izquierda francesa reniega de su pasado mientras las falanges no aceptan un laicismo ateo, éste forcejeo ideológico es lo que Larry Siedentop y otros denominan “la guerra civil” que por un lado priva a Europa de una autoridad moral basada en falsos conceptos sobre la naturaleza del laicismo que en el fondo es el reconocimiento de un espacio íntimo de libertad individual para tomar sus decisiones. No es por ello ausencia de fe, sino el convencimiento de ser el hombre libre con responsabilidad de asumir sus acciones propias. En el fondo coincide con la idea moral “central e igualitaria del cristianismo”, no es vano recordar que el cristianismo al menos durante los tres primeros siglos se expandió por la fuerza de las ideas sin el uso de armas como ocurre con el Islam, por ello el laicismo no carece de contenido moral, sino que identifica el marco de formación y defensa de la fe.

En Estados Unidos desde un principio, aparece en su primera constitución como lo ha destacado Benedicto XVI en su reciente visita, el laicismo se ha identificado con las instituciones morales originadas por el cristianismo en una sociedad sin una aristocracia ni Iglesia monolítica, mientras que en Europa la Iglesia privilegiada y monolítica estaba unida a los aristócratas, se dió entonces la incoherencia de gentes religiosas contra la reivindicación de libertades que a su vez ponían en peligro a la Iglesia. No faltaron clérigos que consideraban a los libertinos (socialmente hablando) sus enemigos.

La pregunta central es qué pasará ahora que el desafío del Islam es un hecho consumado. Se improndrá un cristianismo moral con la libertad civil? Porque de la aceptación del laicismo que no es ausencia de fe, y la presencia del consumismo, del materialismo y de la amoralidad no deben condenar la actitud de defensa plena e invidual que será la campana protectora a la hora de las decisiones y la valoración de la libertad. El historiador Siedentop ya nombrado expresa sus temores del peligro que representa el fundamentalismo cristiano como reacción a la amenaza del Islam y que en su lucha contra los anticonceptivos, el aborto y la homosexualidad, se arriesga a perder contacto con la idea moral más profunda.

Se puede pensar que los europeos lejos ya de sus tradiciones, han perdido la convicción y que caminan por el tiempo sin ideología concreta al paso que los estadounidenses se aproximan a una visión simplista de su fe cristiana y ello está ocurriendo por la ausencia de un esfuerzo colectivo para profundizar ambos concepto a la luz de la historia, profundizar el debate sobre cristianismo y laicismo. ( Doctrina que defiende la independencia del hombre, de la sociedad y del Estado de toda influencia eclesiástica o religiosa: el laicismo es una corriente imperante en la actualidad. Del diccionario Espasa-Calpe)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

invitación a comentar lo publicado. la única restricción está en un lenguaje pulcro, directo, sin insultos ni palabras soeces que dañen la dignidad