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domingo, 3 de abril de 2016

prmero la Pastoral de los Obispos, luego la reacción de LT y ahora la voz de El Deber, "han puesto el dedo en la llaga". la corrupción ha minado la credibilidad del Gobierno. no tardaría Evo "me siento discriminado" y concedió un ultimatum para ofrecer nombres. la línea de Franciscosobre narcotráfico, la drogadicción y la corrupción. ofrece para empezar dos nombres René Sanabria (reo en USA) y Oscar Nina en Palmasola ambos generales de Policía y condenados por cocaína. Se teme un debate que dejará mal parado a Evo y García.

En una elocuente carta pastoral, los obispos han puesto el dedo en la llaga sobre un tema acuciante: el narcotráfico ha penetrado en las estructuras del Estado boliviano, con su consecuente riesgo para la salud pública y la seguridad. 

“El narcotráfico, en su estrategia de expansión e impunidad, penetra incluso estructuras estatales y fuerzas del orden, comprando conciencias. La corrupción ha minado la credibilidad de autoridades de diversa jerarquía encargadas de la lucha contra el narcotráfico, tanto en el presente como en el pasado”, señala el documento publicado esta semana.

El Poder Ejecutivo ha rechazado esta versión y, más bien, destaca la voluntad y las políticas del Gobierno de Evo Morales para combatir este flagelo.

El escrito de 48 páginas hace una evaluación estremecedora sobre el tráfico de drogas y la corrupción en el país, fenómenos que desafortunadamente se han consolidado en nuestro país pese a las políticas gubernamentales de las diversas gestiones en las últimas décadas.

Lo más dramático del caso es que la opinión pública boliviana tiene la percepción de que, más que retroceder, el problema se ha agravado en los últimos años, con sus consecuencias directas sobre la credibilidad internacional del Estado boliviano.

La carta pastoral denominada ‘Hoy pongo ante ti la vida o la muerte’ está en la misma línea que ha marcado con claridad el papa Francisco respecto del flagelo del narcotráfico, la drogadicción y la corrupción imperante en los Estados que amparan estos fenómenos. El tráfico de estupefacientes ha instalado, de hecho, una economía paralela e ilegal en nuestro país y sus redes delictivas atraviesan instituciones y estamentos sociales con graves peligros para el conjunto del país.

Los ejemplos son elocuentes. Los jefes policiales René Sanabria y Óscar Nina fueron condenados y encarcelados por involucrarse en casos de tráfico de drogas. Además, instituciones clave de la organización estatal están aparentemente infiltradas por funcionarios y contratistas ligados al narcotráfico. 

A principios de este mes, un informe de los Estados Unidos alertó que Bolivia ha fracasado en la lucha contra el narcotráfico. El Gobierno desmintió esta versión y asegura que hay avances significativos. 

Uno de los aspectos centrales de la crítica de los obispos pasa por la prevalencia de la impunidad, directamente vinculada con la crisis y la falta de independencia del Ministerio Público y del Poder Judicial para investigar y castigar estos delitos.

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