Este domingo de Pascua, el arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, llegó a la cárcel de Palmasola para compartir la alegría de la resurrección de Jesucristo y proclamar a los privados de libertad que “El resucitado los quiere y que son personas que valen mucho para Dios por lo que también deben contar para toda la sociedad”.
Tras saludar con el pregón de Pascua “!Cristo ha resucitado aleluya, aleluya!”, monseñor habló del fruto de la pascua: La Paz y el perdón, y subrayó que “El Señor perdona a todos”.
En Palmasola celebró dos misas, en el pabellón de mujeres y en el régimen abierto. Reflexionó sobre el valor de la resurrección de Jesucristo para la vida del cristiano y les pidió esforzarse por encontrar a Jesucristo en sus vidas.
“Si encontramos a Jesús nadie nos lo va a quitar ¿acaso nos pueden quitar algo que tenemos en el corazón?. Nos podrán quitar cosas materiales, cosas externas, nos podrán quitar nuestra libertad, pero a Jesús nadie nos lo quita. El viene en esta Pascua con Paz, con perdón y con alegría”, indicó Gualberti, de acuerdo a una nota de prensa del Arzobispado de Santa Cruz.
Tras indicar que el primer fruto de la pascua es la paz, dialogó con los participantes en la celebración y agregó que “la paz no es ausencia de guerra sino la plenitud de la vida que el Señor da”
El arzobispo de Santa Cruz también anunció y presentó oficialmente al Padre Mario Ortuño como “Capellán de Palmasola”. El sacerdote, que viene atendiendo pastoralmente en este recinto carcelario desde hace un mes, podrá acompañar espiritualmente a los privados de libertad de forma más permanente y sobre todo celebrar la eucaristía todos los domingos, entre otros sacramentos.
Antes de impartir su bendición pidió a Dios que conceda a los privados de libertad en esta pascua “el don de la paz, el don del amor y el don del perdón”.
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