Recientemente hemos oído críticas de Evo Morales acusando a la Iglesia de no participar a en sus ritos pluri-religiosos; y aun siendo que el Estado boliviano se declara como un estado laico, es evidente la promoción que se realiza de los ritos religiosos andinos y ancestrales. Sin embargo, para el próximo censo no se tomará en cuenta la dimensión humana-religiosa. Todos sabemos que la religión y su libre ejercicio es un derecho humano irrenunciable.¿Por qué el gobierno de Evo Morales niega saber más sobre este derecho humano irrenunciable?
Nos adherimos plenamente a la postura de un católico comprometido que ha realizado el siguiente análisis:
La boleta censal en Bolivia no incluye la religión, pese a que en el Artículo Cuarto de las Bases Fundamentales del Estado, la Constitución señala que el “Estado respeta y garantiza la libertad de religión y creencias espirituales de acuerdo a su cosmovisión y la independencia del Estado”. En la Constitución Política del Estado, encontramos apertura para la pluralidad y el ecumenismo religioso, por la presencia de iglesias evangélicas y sectas fundamentalistas en el país.
Siendo el Censo de prioridad nacional y una referencia para la distribución de los recursos económicos y la asignación de escaños de representación política, es inadmisible que la boleta censal no tome en cuenta la religión, sobre todo, cuando se trata de responder a las exigencias de la sociedad civil que tiene demandas a las que el Gobierno debe atender con seriedad a través de políticas que tomen en cuenta a la población y sus tradiciones religiosas.
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