Freddy Lacio F. / Agencias
El cardenal Julio Terrazas advirtió ayer de que cárteles mixtos de narcotraficantes bolivianos y extranjeros buscan imponer su ley a través de la corrupción y la violencia en el territorio nacional; sin embargo, en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) niegan la existencia de estas grandes organizaciones en el país, pero admiten la presencia de clanes y grupos familiares dedicados a la ilícita actividad.
El cardenal, que ayer inauguró la 89ª Asamblea Ordinaria de los Obispos de Bolivia, en Cochabamba, dijo que lo más preocupante aún es el aumento del número de los consumidores de droga, en especial entre adolescentes y jóvenes, con graves secuelas para su vida, las familias y para la misma sociedad. “Este azote es una amenaza a la vida misma de la nación”, agregó el prelado.
Terrazas llamó la atención sobre el hecho de que en Bolivia sea permanente la incautación de marihuana y de cocaína, así como el descubrimiento de laboratorios y fábricas de droga.
“Es noticia cotidiana la incautación de enormes cantidades de droga, marihuana y cocaína, así como el descubrimiento de fábricas de la misma. Cárteles mixtos de bolivianos y extranjeros quieren imponer su ley a través de la corrupción y la violencia, alteran los parámetros económicos y dañan la imagen del país a nivel internacional, como un estigma del que es difícil liberarse”, manifestó el religioso, máximo líder de la Iglesia católica en Bolivia.
Frente a la advertencia, el diputado Andrés Ortega (Convergencia Nacional) demandó una política agresiva por parte del Gobierno, con el propósito de evitar que el país vuelva a la década de los 80, cuando era común la proliferación del narcotráfico en diferentes departamentos.
"Las palabras del cardenal son muy sabias y esperamos que el Gobierno las escuche. Los bolivianos no queremos vivir la violencia que existe en Colombia y en México, donde a los narcotraficantes no les tiembla la mano para eliminar a policías, fiscales, jueces y políticos que se les ponen al frente. Por eso esperemos que las reflexiones del cardenal no caigan en saco roto", dijo el legislador.
Por su parte, el director nacional del organismo antidroga, coronel Félix Molina Oblitas, señaló que no se ha podido comprobar la presencia de cárteles narcos en territorio nacional, aunque sí existen clanes o grupos familiares dedicados al ilícito negocio. “Me parece delicada, extremadamente delicada, esta afirmación de la Iglesia. Respeto la opinión del cardenal, pero no hay información oficial sobre la presencia de ningún cártel extranjero en el país”, expresó.
Según datos del Viceministerio de Defensa Social, entre el 1 de enero y el 13 de abril, la Felcn se incautó de 11 toneladas de cocaína y 867 toneladas de marihuana. En ese lapso, la fuerza antidroga destruyó, en 3.623 operativos realizados, seis laboratorios de cristalización y seis laboratorios de reciclaje de droga, además de desbaratar 1.425 fábricas de cocaína y 2.021 pozas de maceración.
Situación
Informe. En marzo, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, admitió la presencia de narcotraficantes colombianos, mexicanos y brasileños en territorio nacional, pero negó que éstos formen parte de cárteles extranjeros que operen en Bolivia
Tránsito. La Felcn asegura que la mitad de la cocaína descubierta en el país proviene de Perú y que Bolivia se ha convertido en lugar de tránsito para la exportación de droga hacia otros países
Hay debilidad en el sistema antidrogas
Ernesto Justiniano | Ex ‘zar’ antidrogas del país
Encuentro una claridad absoluta en el mensaje del cardenal. Más allá del tema político, los bolivianos estamos en una total indefensión ante la envergadura de un imperio muy grande, como lo es el narcotráfico, que ha encontrado un paraíso en Bolivia para desarrollar sus actividades porque con los mecanismos de la Policía es mínimo el daño que se le está causando.
Está muy claro que la cantidad de fábricas de cocaína que se está encontrando, con sus dimensiones, con tecnología de punta, con fórmulas extranjeras, da una señal cierta de que hay agentes internacionales del narcotráfico instalados en nuestro territorio.
Lo curioso es que no se está dando seguimiento a los casos. Hay fábricas muy grandes que son descubiertas, pero no se está atrapando a los responsables de instalarlas, sino sólo a los cuidadores. Hay una debilidad del sistema antinarcóticos nacional por esta falta de seguimiento desde la salida de la DEA del país, porque sólo una Policía de la envergadura de la estadounidense puede ofrecer esta ayuda.
Que no se contradiga la Policía. Hay autoridades que en más de una ocasión han admitido que hay narcos mexicanos y colombianos operando en el país. Además, se tiene información sobre la presencia de narcos de México en Bolivia desde diciembre de 2008.
Que los jefes policiales establezcan una línea clara sobre qué son clanes y qué son cárteles. Las fábricas y laboratorios que se encuentran en el país, por sus dimensiones, por su capacidad de producir toneladas de droga, no son el trabajo de clanes, porque lo peor que puede pasar es que la dirección nacional de la fuerza antidroga ignore que haya cárteles en Bolivia.
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