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lunes, 14 de diciembre de 2009

un sacerdote elegido Personaje del Año debido a su ejemplar trabajo por los niños paceños

A la cabeza de la Fundación Arco Iris, el padre José María Neuenhofer mantiene dos hogares de niños y niñas, un refugio para madres adolescentes, dos guarderías, un albergue y un hospital. Su labor en favor de los menores de la calle le ha valido el reconocimiento de Personaje del año de La Razón y ATB.

“¿Yo personaje del año? Si sólo soy el pichiruchi padre José”, dijo el sacerdote nacido en Alemania hace 72 años cuando se enteró de la distinción. “Les agradezco porque cuando das amor, recibes amor y esto es lo lindo de mi trabajo: todo el amor que, con la ayuda de Dios, recibo de mis niños”. Y sus niños son miles, 300 viven en los hogares y muchos más concurren diariamente a los albergues, guarderías y al hospital Arco Iris.

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“Siempre quise hacer labor social en Latinoamérica; por ello, estando en Alemania, donde era capellán de una prisión, me conecté con varias asociaciones de ayuda al Tercer Mundo”, relata el sacerdote. Desde los 80 viajó varias veces a Perú y cuando celebró 33 años de su ordenamiento, su obispo le propuso que pidiera un regalo. Él no dudó: “Quiero irme a una capilla pequeña de Sudamérica”, manifestó y así llegó a La Paz, el 2 de febrero de 1993. Tenía 55 años cuando fue nombrado párroco de la iglesia Divino Maestro de Alto Obrajes. “Ya era caballo viejo, pero estaba feliz de estar aquí”, recuerda.

En 1994, a pedido de monseñor Saenz, el padre José se hizo cargo del Hogar de Niñas Obrajes, que se derrumbaba. Hoy, el refugio ha sido reconstruido y acoge a 120 chicas, entre seis y 17 años, huérfanas o con padres en prisión. Con igual lógica funciona el albergue de jóvenes Casa Esperanza en Villa Copacabana. Allí, 80 chicos entre seis y 17 años, con padres ausentes, tienen un hogar, mientras estudian y aprenden oficios.

“Felizmente recibimos la generosa ayuda de Alemania y otros países; también en Bolivia nos colaboraron empresas y particulares”, cuenta el padre, quien a estas alturas ya era amigo de los chicos sin hogar. “Cuando los niños me contaron que dormían en nichos del Cementerio, allí también yo dormí”.

Hace diez años, se abrió la Casa Refugio en la zona Central donde funcionan diez proyectos de ayuda a jóvenes que viven o trabajan en las calles. Este complejo tiene albergue, guardería, comedor, aulas de apoyo y alfabetización, sala de computación y consultorios médicos.

La Fundación también mantiene: dos centros de apoyo escolar con guardería y comedor para hijos de padres que trabajan en la calle y la Casa para adolescentes embarazadas, en la zona norte. Uno de los pilares es el hospital Arco Iris, que es un referente por sus modernos equipos y su servicio de calidad.

“Hay mucho por hacer, pero nuestro tata cura es imparable, gracias a Dios”, sostiene Félix Encinas, uno de los profesionales comprometidos con el proyecto, y su opinión es compartida por los que conocen al padre. “Él, personalmente gestiona fondos para la Fundación. El resto es autogestión con la venta de los productos de la panadería, carpintería y los servicios del hospital”, refiere Cristóbal Bobka, director ejecutivo de Arco Iris.

“Es un trabajo con algunos triunfos, pero también con grandes fracasos. Muchos chicos vuelven a la calle, a veces los encuentro en San Pedro —comenta el sacerdote— pero, como dijo la madre Teresa: ‘Un niño que sufre menos hace que este mundo oscuro sea un poco mejor’”.

¿Y a futuro, padre? “Quiero consolidar los proyectos Arco Iris. Ahorita vamos a repartir los 1.350 pares de zapatos a mis niños por Navidad. Y, cuando Dios quiera, descansar en un cementerio de barrio, en una ladera de La Paz”.

El perfil del padre

Hoja de vida • Nacido en un pueblo cercano a Colonia (Alemania), el 7 de marzo de 1938, el padre José María Neuenhofer creció en la II Guerra Mundial. A los 20 años ingresó al seminario y, tras estudiar Teología y Pedagogía en Bonn y Múnich, se ordenó sacerdote en 1964.

En Bolivia • Con casi 55 años, dejó su natal Alemania, para trabajar a lado de los más pobres de América Latina. Llegó a Bolivia el 2 de febrero de 1993.

Obra • Desde 1994 dirige la Fundación Arco Iris que maneja siete casas hogares en La Paz.

La obra solidaria

Casa Esperanza

Hogar que alberga 80 niños, entre 6 y 17 años, huérfanos o cuyos padres están en la cárcel.

Hogar de Niñas Obrajes

Cobija a 120 niñas sin vínculos familiares y la Casa de la Estudiante y Trabajadora, que da techo y apoyo social a jóvenes que estudian o trabajan.

Casa Refugio

Albergue para 20 adolescentes embarazadas que fueron víctimas de violación o maltrato. Aquí funciona también el Programa de Apoyo Familiar.

Hospital Arco iris

El hospital modelo, por su calidad instrumental y personal, atiende gratis a chicos.

Casa de paso

Centro de apoyo integral para niños y adolescentes que viven o trabajan en las calles de La Paz. Cuenta con 10 proyectos: albergue para niños sin hogar, guardería, comedor, aulas de apoyo escolar, alfabetización, sala de computación e internet, escuela en la calle, consultorio médico y psicológico.

Guarderías

Centro Gran Bretaña y Casa Mutual La Primera son centros de apoyo escolar con guardería y comedor para menores.

Talleres

Los jóvenes se capacitan en los talleres de Panadería, Carpintería, Artesanía y en el restaurant de la Fundación. (Textos e imagen de La Razón de La Paz, Bolivia)

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