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domingo, 16 de noviembre de 2008

la opinion del autor no compromete la línea editorial de la presente publicación


BOLIVIA: IGLESIA Y GOBIERNO NO SE PONEN DE ACUERDO
Por Enrique Bachinelo

Sacha Llorenti, viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales en Bolivia, manifestaba su molestia por la actitud asumida por el cardenal Julio Terrazas, quien al decir de esa autoridad, habria prestado un informe tergiversado -el pasado lunes 10 de noviembre - en la Santa Sede con motivo de la audiencia de los obispos con el Sumo Pontifice Benedicto XVI, oportunidad en que ofreció una agenda que no condice con la actualidad del pais.

Llorenti expresaba que las observaciones del cardenal Terrazas no interpretan la realidad del país al haber anotado “actitudes, conductas, posiciones políticas” del gobierno de Evo Morales que dan a entender visiblemente, que el pensamiento de la Conferencia Episcopal Boliviana y la politica del presidente Morales no coinciden y que el gobiereno estaría conduciendo al pais por sendas equivocadas y esa política perjudicaría la convivencia de sus habitantes con la iglesia.

El cardenal Terrazas, como cabeza de la iglesia católica boliviana manifestaba que “los mecanismos juridicos puestos en marcha no son suficientemente adecuados para construir juntos una Bolivia para todos y que, las actitudes del gobierno no condicen con la labor de la iglesia que propugna la unidad y la pacifica convivencia de la ciudadania”.

Parecerian palabras sinceras que reflejarían el pensamiento de la autoridad eclesiástica mas impotante en la Bolivia religiosa, pero, como anotaba Llorenti, el cardenal asumió actitudes de clara provocacion al gobierno y los hechos muestran su negatividad. Anotaba Llorenti que, con motivo del referendum anticonstitucional del 4 de mayo pasado, convocado por algunas autoridades politicas y civicas de Santa Cruz, el cardenal estaba con el grupo divisionsita de los cruceños. Las fotografías de la prensa, muestran que Monseñor Terrazas estaba depositando su voto en un ánfora demostrando con ello, su solidaridad con las autoridades de Santa Cruz y los propósitos velados de divisionismo y la oposición al gobierno indio.

Otra muestra de desconocimiento de la realidad del cardenal Terrazas es su total ignorancia en torno a los esclavos que existen en la zona del Chaco boliviano, que son explotados inmisericordemente por los agricultores de esas regiones donde se asevera la existencia de nativos explotados por los patrones y que, ninguna autoridad ha puesto coto a ese abuso. El cardenal alegaba que no es evidente la existencia de esclavos y que, solo eran falacias del gobierno; pero las delegaciones de prensa que viajaron a esas zonas y los mismos sacerdotes de la región, han demostrado la existencia de cientos de campesinos amarrados a la tierra sin ningún derecho y menos respeto a la Ley General del Trabajo.

"No podemos estar contentos que nos engañen diciendo: hay esclavitud (…) Con qué felicidad se derrama la suciedad entre nosotros, se nos habla de que hay lugares llenos de esclavos (…) No es posible que sigamos condenándonos sólo con slogans, sólo con palabras ofensivas", dijo hace una semana el purpurado en la homilía dominical, trasmitida por la radio, la televisión y los grandes diarios, en la que rechazó todas las denuncias que hablan sobre la virtual esclavitud en la que viven los indígenas guaraníes. Pero la presencia de hombres de la prensa y otras autoridades, inclusive de la iglesia a esas lejanas regiones del oriente boliviano ha evidenciado el mal trato que sufren los nativos por parte de los patrones.

La actitud de monseñor Terrazas refleja, de otro lado, la persistente división de la iglesia católica y, no otra cosa significa que sacerdotes que trabajan en el campo denuncian la esclavitud de lo nativos del Chaco, mientras que, el líder máximo cardenal Terrazas niega la existencia de esa explotación inhumana. Finalizaba Llorenti expresando que Bolivia es un pais eminentemente católico y que en ningún instante el gobierno está contra de la iglesia, lo que sí se advierte, es un reproche al pastror episcopal, cuya actitud ha demostrado que su postura política es significativamente de oposición al gobierno indio. Parece que el cardenal Terrazas se olvida de que en sus años mozos apoyaba la Teoría de la Liberación, fue activista de esas luchas cuyas enseñanzas las rechaza hoy, cuando sus sienes ya muestran el peso de la nieve de los años. Ya olvidó que la fe debería ser liberadora y no alienante.

No cabe duda que el viceminstro de los Movimientos Sociales de Bolivia, Sacha Llorenti, ha anotado puntos sumanente delicados que merecen que la Santa Sede reconsidere el informe de su pastor el honorable cardenal Julio Terrazas, a fin de dejar claramente establecido que en Bolivia se están tomando medidas políticas acordes con la realidad nacional y que, Evo Morales su presidente, trata de conducir al pais en beneficio de las mayorias pobres, pero que, sensiblemente los sectores económicamete fuertes del oriente, no condicen con esa política.

La reflexión es oportuna para ambas partes y, dejando de lado sus propios criterios regionales o de superioridad, marchen de la manera más cordial buscando la unidad, la integracion, y el progreso para la superación del país que se merece una suerte de paz y entendimiento para subir juntos al carro del progreso y la convivencia pacifica.












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