Dos sacerdotes mártires en Bolivia

Mauricio Lefebre y Luis Espinal, canadiense oblato de María Inmaculada el primero y jesuíta el segundo fueron martirizados por la causa de los pobres. Mauricio llegó con una falange de misioneros que los Obispos instalaron en las jóvenes parroquias de Llallagua, Catavi y Siglo XX. Entre ellos destacó el religioso que después de poco tiempo fue transferido a La Paz, Parroquia de Cristo Obrero a la par que enseñaba sociología en San Simón. En el levantamiento de Bánzer contra su camarada de armas Juan José Tórrez, en medio de los combates armados, resultaron heridos algunos estudiantes de la facultad, cuyo decano fue llamado de urgente para asistirlos, en medio del tiroteo y sin respetar la pacífica mediación que intentaba el padre Mauricio para salvar vidas humanas, recibió una refriega que puso fin a su joven existencia. Luis Espinal fue literalmente asesinado en la oscuridad de la noche, a mansalva, sobre seguro y con premeditación por paramilitares a las órdenes de García Meza, Arze Gómez y los matones de la policía civil encabezados por Guido Benavides. Ambos crímenes se mantienen sin revelarse y menos aún sin ser castigados, por lo que nuestra voz se une a muchas otras que claman por el esclarecimiento de los hechos y el castigo penal contra sus autores.