Representantes de la Pastoral Social Cáritas en Bolivia concluyeron ayer la XII Asamblea Nacional abordando el tema de “Cambio climático y justicia”, expresando su preocupación ante las principales amenazas al medio ambiente.
Uno de los compromisos de la Asamblea es apoyar las iniciativas orientadas a la defensa de la vida, los recursos naturales, los derechos de los pueblos. Por ello demanda el respeto y garantía de la IX Marcha Indígena por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), como derecho democrático y pacífico.
Asimismo, cuestiona las visiones de desarrollo en Bolivia que se sitúan por encima de la protección de los recursos naturales y los derechos de los pueblos indígenas, que están reconocidos en la Constitución Política del Estado (CPE).
“Una preocupación particular merece la preservación de las áreas protegidas y los parques nacionales como reservas naturales que benefician a todos los habitantes del país”, señala el obispo de la Diócesis de El Alto, monseñor Jesús Juárez.
El mensaje de la Asamblea expresa su compromiso de promover modelos de desarrollo opuestos a la lógica mercantilista de los recursos naturales y al consumismo, desde una compresión correcta de la ecología humana y ambiental.
La incidencia de estas reflexiones en las políticas municipales y departamentales son, para la Asamblea, de vital importancia para los planes y acciones concretas en la prevención de desastres y el cuidado del medio natural.
La seguridad alimentaria, la producción agroecológica, el manejo sustentable del agua, la educación ambiental y la gestión de riesgos y emergencias fueron parte de las experiencias socializadas en el ámbito del desarrollo humano, durante los tres días de la Asamblea en la Casa Maurer.
Pastoral Social de la Iglesia denuncia las tendencias internacionales, con enfoque mercantilista de los recursos naturales y la negación de la persona humana. “La Cumbre Río + 20 por el medio ambiente y el desarrollo, no debería ser un espacio para legitimar esta tendencia mercantilista en contra de los países más pobres”, afirma Juárez.
Para los religiosos, la contaminación ambiental, la explotación indiscriminada de minerales e hidrocarburos, así como los chaqueos, el avasallamiento de áreas protegidas y el uso desmesurado de pesticidas y fertilizantes, continúan siendo las principales expresiones del daño ocasionado al medio ambiente.
En este contexto, la Asamblea reconoce su responsabilidad como “colaboradora y administradores de la ‘Creación”, reconociendo que el auténtico desarrollo es aquel que garantiza la vida digna y plena de las personas.
Nada sucede sin la venia del Señor. Todo encaja en su Divina Providencia, por lo que abandonarse en sus brazos y repetir la oración de cada dia "Hágase tu Voluntad..." es la forma más sabia y más humana de aceptar la vida con sus grandezas y sus miserias.
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