Roxana Escobar N.
Todos unidos a la mesa del Señor, somos convocados al banquete de su amor. Ése fue el cántico y lema bajo el cual el pueblo católico conmemoró la solemnidad del cuerpo y la sangre de Cristo, en la celebración de Corpus Christi oficiada por el cardenal Julio Terrazas en el estadio Tahuichi, que albergó a alrededor de 37.000 feligreses.
El nuncio apostólico aprovechó la celebración para transmitir un saludo cariñoso y muy especial del papa Benedicto XVI, con quien estuvo recientemente reunido en Roma.
Durante la homilía, el cardenal hizo un llamado a que se imite lo que el Señor hizo cuando convocó a una multitud, ante la cual multiplicó cinco panes y dos peces para alimentar a varios. “Acaso no podríamos nosotros también en este momento, en que nuestro país siente muchas inquietudes, decir siéntense, sentémonos, a los nueve departamentos y todas las alcaldías y hablemos de nuestros problemas y busquemos las soluciones adecuadas; compartamos nuestros problemas y dificultades, pero también nuestras esperanzas, que son las que dan un caminar claro a los pueblos”, manifestó.
Terrazas reflexionó a los fieles, a base de las lecturas bíblicas, para buscar la bendición de Dios y, como consecuencia de esa bendición, saber compartir. “Abraham dio el diezmo de todo lo que había ganado; eso es compartir. No hay ninguna bendición para el egoísmo. Cuando se pisotea la dignidad de las personas, tenemos que recordarles que nuestro Dios lo bendice y bendice a aquéllos que lo aceptan y les da un corazón nuevo, un corazón capaz de compartir las cosas que se tiene para que se termine el hambre en el mundo”, sostuvo.
El cardenal indicó que el compromiso de los cristianos es buscar el reino de Dios y hay que hacerlo desde ahora, y no es algo que se tenga que aprender de memoria, es algo que se debe practicar cada día.
Alrededor de unos 800 estudiantes de los colegios Uboldi, José Malky, María Goretti, La Santa Cruz, Vertino Candia y Mariscal Sucre realizaron coreografías vestidos de diferentes colores a lo largo de la celebración, mientras que el ministerio de música fue el encargado de poner el toque emotivo.
El momento más solemne fue cuando miles de fieles recibieron el cuerpo de Cristo, entre ellos algunas autoridades, como el gobernador Rubén Costas y sus colaboradores.
El cardenal Terrazas también destacó las distintas celebraciones de la fiesta religiosa que se efectuaron en ciudades como La Paz, El Alto, Cochabamba, Oruro, Potosí, Sucre y Tarija, donde se sintió la sed de Jesús como una esperanza del pueblo boliviano.
Por su parte, el arzobispo de La Paz, Edmundo Abastoflor, pidió en su homilía en la Catedral Metropolitana, ayudar a los más necesitados, como lo hizo Jesús al brindar su vida para salvar a la humanidad y convirtiéndose en el pan y vino de alimento para el alma y la vida misma. "Se debe reconocer que Dios dio su vida por nosotros y recordar que él quiso quedarse en el pan y vino para ser alimento y sostén de nuestra vida, cada día y cada hora. Debemos saber que tenemos el encargo de llevar pan a los hermanos y ayudar materialmente a mejorar su vida y también espiritualmente, para poner bases permanentes a esa mejora. Por eso, amados hermanos, queremos dar gracias a Dios por el misterio grande de su amor", dijo Abastoflor.
El arzobispo recordó el mandato del Señor, de dar de comer a quienes lo necesiten y pidió no quedar indiferentes ante el sufrimiento de miles de personas, ya que quienes tienen la obligación de preocuparse por los demás y buscar mejores condiciones de vida para el prójimo son las autoridades, con la potestad que tienen de preocuparse por mejorar las condiciones de vida en la medida de sus posibilidades, pero también pidió a los feligreses hacer lo mismo.
La ceremonia religiosa de Santa Cruz concluyó con una procesión de los fieles, que salió del estadio hacia la Basílica Menor de San Lorenzo, donde la principal autoridad eclesiástica dio la bendición final.
La celebración, que desde hace 14 años se realiza en el estadio, comenzó a las 17:00, con la entrada de la imagen de la Virgen de Cotoca, seguida del cardenal, el nuncio apostólico, los obispos auxiliares , sacerdotes, diáconos y seminaristas.
Papa resaltó relación entre la eucaristía y el sacerdocio
Benedicto XVI dijo que el sacerdocio que la Iglesia ha heredado de Cristo está dirigido a "transformar el mundo con el amor de Dios", durante la homilía de la misa del Corpus Christi. El Papa dedicó la homilía a la relación entre la
eucaristía y el sacerdocio de Cristo ante unas 25.000 personas que asistieron en la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma, a la misa solemne que ofició con motivo de Corpus Christi.
En la conclusión del Año Sacerdotal, Benedicto XVI explicó que lo primero que se piensa es que Jesús no era un sacerdote, según la tradición judía, porque la suya no era una familia sacerdotal.
Pero lo era y así lo demostró en la última cena cuando "Jesús ofreció el pan y el vino y con aquel gesto se resumió a sí mismo y a toda su misión", afirmó.
"En la eucaristía -prosiguió- Jesús anticipó su sacrificio, un sacrificio no ritual, sino personal". Mantuvo que en la última cena actuó "movido por el espíritu eterno con el que se ofrecerá después en la cruz. Agradeciendo y bendiciendo, Jesús transforma el pan y el vino. "Es el amor divino que transforma: el amor con el que Jesús acepta por anticipado darse totalmente a nosotros", agregó. /EFE
En algunos pueblos
- En San Ignacio. El cuerpo de Cristo consagrado salió a las calles y el pueblo ignaciano con mucha fe, devoción y fiel a sus costumbres, tradiciones, cultura y religiosidad participó de los actos programados por la Iglesia católica chiquitana. Tras finalizar la misa, una multitudinaria procesión de fieles, autoridades, con estandartes, atuendos típicos, en el caso del cabildo y estudiantes, acompañaron la procesión por la plaza principal 31 de Julio donde en cada esquina los vecinos levantaron bonitos altares para el Cuerpo de Cristo consagrado. (Carlos Quinquiví).
- Parroquias. Todas las iglesias de la capital albergadas en las distintas vicarías participaron. También lo hicieron los fieles de El Torno y otras poblaciones rurales.
- En Quijarro. "Soy el pan bajado del cielo", entonaban las oraciones en la festividad de Corpus Christi, en la celebración acompañada por una numerosa procesión de los pobladores de Quijarro.
Solo hacer una pequeña correción, el lema era EN CRISTO SOMOS UNO,SOMOS UNO EN SU AMOR ya que se estaba celebrando los 50 años del cristo ubicado en el segundo anillo (Av. BANZER)
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