El cardenal Julio Terrazas ha puesto énfasis en su homilía de ayer en el valor a la vida y pidió que no nos acostumbremos al pregón de la muerte.
“El Corpus Christi ha tenido que marcar en nuestros corazones un día inolvidable que tenemos que vivirlo a lo largo de toda la existencia, porque cada día se inventan más pretextos para quitar la vida, cada día hay más atentados contra la vida, se multiplican los factores que hacen que la vida no llegue a su plenitud”, enfatizó la primera autoridad de la Iglesia católica en Bolivia, durante la homilía en la catedral, y dijo que “a nosotros, pueblo de Dios, alimentados y reforzados con el cuerpo y la sangre del Señor nos toca seguir proclamando esa vida, a pesar de que a muchos no les encante”.
Terrazas instó a que el pueblo esté vigilante para que la vida triunfe por encima de todo y a que no se acostumbre a ver morir en las calles, en los atracos, en los crímenes. “Que nos acostumbremos a la vida; que seamos capaces de experimentar y sentir lo que sin duda sintió esa viuda cuando el Señor le entregó a su hijo y le dijo: Míralo, está con vida, vive”.
Terrazas dijo que quiere una Bolivia llena de vida (física, moral y espiritual), para que sea capaz de escuchar al Señor para no endurecer su corazón ante la muerte.
Recordó que es el entusiasmo de Pablo el que las personas tienen que descubrir con el fin de que se sepa que el mensaje del Señor no es un mensaje transmitido sólo materialmente por generaciones, sino que es un mensaje de vida actualizado. Ello, según el cardenal, tiene que ser una respuesta en medio de los gritos de angustia que sentimos diariamente.
“Que nuestras alegrías, que nuestros trabajos, que nuestros dolores y sufrimientos, que nuestras limitaciones nos lleven siempre a reconocer al Señor como el Dios que camina con su pueblo”, enfatizó.
Otros temas tocados por el prelado
- Maestros. “Tenemos que aprender en esta existencia la perseverancia de nuestros maestros. Es importante que sepamos que es a través de la existencia, de la atención de cada alumno que van forjando esas nuevas personalidades que requiere el país. Es un apostolado que debemos reconocerlo, llevado con entusiasmo y con cariño por tantísimos hermanos nuestros que se dedican a la educación.
- Sacerdocio. “Termina en Roma el Año Santo Sacerdotal. Será un momento extraordinario de fervor en la Iglesia en todo el mundo. Nos alegra poder unirnos a nuestros sacerdotes en Bolivia para decirles : ¡Ánimo, no tengan miedo, sigan siendo sembradores de vida y esperanza!”
- Fútbol. “No puede faltar tampoco algo más risueño como el fútbol, seguramente ya todos están preparados con sus radios, sus televisores. Ojalá que un hecho que pueda servir al mundo para unirse por lo menos durante este tiempo y no sea un motivo de mayores rivalidades”.
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