El presidente Evo Morales se quejó ayer del cardenal Julio Terrazas ante el nuevo nuncio apostólico, monseñor Giambattista Diquattro, y le pidió a éste “reparar” el daño causado por el purpurado, quien, según el Mandatario, dijo que “Bolivia está gobernada por el narcotráfico”. El Cardenal aclaró que no acusó al Ejecutivo por el incremento del tráfico de cocaína. Morales hizo la solicitud durante el acto de saludo protocolar del Cuerpo Diplomático por el año nuevo, llevado a cabo la mañana de este miércoles en el Palacio Quemado.
El Jefe de Estado manifestó que “decir que Bolivia está gobernada por el narcotráfico, me duele mucho, Nuncio Apostólico. Eso recibí en los anteriores años del Departamento de Estado de Estados Unidos: que soy narcotraficante”. “Ahora —prosiguió— (que) me diga el Cardenal, que Bolivia está gobernada por el narcotráfico…¡qué grave! No quiero pensar que el Cardenal pueda sustituir al Departamento de Estado de Estados Unidos”. Luego pidió al monseñor Diquattro, “con mucho respeto”, reparar ese daño que hace (Terrazas) a una persona, a un pueblo y un Gobierno”.
También dijo que “tenemos todavía familias cautivas, familias esclavas en algunas regiones”, y aseguró que “felizmente liberamos a algunos”. Manifestó que su administración está dispuesta a ofrecer la “otra mejilla”, tal como lo hicieron sus antepasados, frente a las “humillaciones y ofensas”. Lo que dijo Terrazas El oficialismo lanzó duras críticas contra la jerarquía católica desde que el cardenal Terrazas dijo en abril de 2008 que “no podemos estar contentos con que nos engañen diciendo que hay esclavitud”. “Con qué felicidad —añadió— se derrama la suciedad entre nosotros, se nos habla de que hay lugares llenos de esclavos; pues nadie está de acuerdo con eso, pero que nos muestren la verdad, que nos digan dónde los encontramos. No es posible que sigamos condenándonos sólo con slogans, sólo con palabras”, Esta declaración fue hecha en los días en que el Gobierno denunció la existencia de guaraníes esclavos en haciendas de la región del Chaco.
El tema del narcotráfico. El 30 de noviembre del pasado año, el Cardenal dijo en su homilía dominical en la Catedral de Santa Cruz de la Sierra que el país “se va convirtiendo en el espacio donde están dominando los narcotraficantes”. Añadió que “sin Dios y sin ley, hay que hacer un esfuerzo para que Bolivia no sea el centro donde se acumule la droga, y con la droga, el crimen y la maldad”. Terrazas dijo las anteriores palabras días después de que un policía de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) muriera por impacto de bala en el trópico de Cochabamba, en un presunto enfrentamiento con narcotraficantes. Por entonces, el oficialismo mantenía en la mira a la cúpula de la Iglesia Católica por su supuesta postura política respecto del conflicto que el Gobierno y el Movimiento Al Socialismo (MAS) mantenían con las regiones opositoras, aglutinadas en el Consejo Nacional Democrático (Conalde).
Un día después de esa homilía , el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, dijo que el Cardenal está “tomando posiciones estrictamente políticas” que “coinciden con las declaraciones de algunos miembros de las prefecturas de la oposición que intentaron dar un golpe cívico-prefectural en agosto y septiembre”. La respuesta del purpurado El cardenal Terrazas declaró, a la Red Uno, en Cochabamba, que “(hay) que releer lo que he dicho yo en esa homilía. Y de verdad que no hay una sola palabra que diga que es este Gobierno”. “Yo creo —prosiguió— que ustedes saben que se ha multiplicado la cocaína, la producción, el tránsito, y ése es un peligro. Quisiéramos que no exista en Bolivia. Yo no he dicho que este Gobierno lo ha hecho”. Comentó que el problema del narcotráfico puede afectarnos a todos y, por tanto, “todos debemos trabajar para liberarnos de esa lacra de la cocaína”. La máxima autoridad católica de Bolivia no quiso expresar ninguna opinión sobre los cuestionamientos vertidos por el oficialismo contra esa comunidad religiosa, porque “no he escuchado mayores cosas”.
La visita al Vaticano El Cardenal y los obispos católicos bolivianos visitaron entre la primera y la segunda semana de noviembre al papa Benedicto XVI en el Vaticano. En ocasión de la audiencia papal, Terrazas dijo que “se proyecta refundar Bolivia (...). Sin embargo, las medidas políticas y los mecanismos jurídicos puestos en marcha hasta hoy, no parecen suficientes y adecuados para construir juntos una Bolivia para todos”. Añadió que “para afrontar estos retos, la Iglesia en Bolivia cuenta con un medio poderoso, como es la devoción popular, ese precioso tesoro acumulado durante siglos gracias a la labor de misioneros audaces y mantenido con entrañable fidelidad por generaciones en las familias bolivianas”. Estas palabras desataron una ola de críticas entre los miembros del oficialismo. Uno de los más severos críticos fue el propio presidente Morales, quien manifestó en varios actos públicos que la jerarquía católica había “tomado posición política en favor de los más ricos y poderosos”. Defendió a los “sacerdotes de las parroquias”, quienes “sí trabajan con el pueblo, día a día, y no le tienen miedo a los cambios que beneficien a todos”.
El ministro de Desarrollo Rural Agropecuario y Medio Ambiente y ex asambleísta, Carlos Romero, explicó que el proyecto abría el camino para el libre ejercicio de las creencias, aunque postulada que el catolicismo ya no sería la religión oficial del Estado. Los masistas sumaron más críticas, después de que la anterior semana el arzobispo de Sucre, Jesús Pérez, oficio una misa en un acto por el No, organizado en la plaza 25 de Mayo por el opositor Conalde. El presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEP), Jesús Juárez, explicó que Pérez no fue el promotor del acto y restó importancia a los cuestionamientos del oficialismo, con el objetivo de dejar “atrás este tema que no hace bien a nadie”.
La voz del Nuncio Diquattro, como decano del Cuerpo Diplomático, dijo que “puede contar con nuestra actividad, nuestra dedicación y, si lo permite, también con nuestra oración, que se une con la antigua y perenne invocación de Bolivia al Altísimo”. Dijo, en alusión al conflicto armado en Palestina, que “el diálogo en medio de muchas dificultades, el respeto mutuo como ideal práctico, la compresión que se manifiesta en la solidaridad cultural, hasta llegar a una riqueza que hoy, incomprensiblemente el común del lenguaje político de la sociedad internacional, parece olvidar qué es el amor”. No hizo declaraciones a los medios.
Los detalles En noviembre de 2008, el cardenal Julio Terrazas y los obispos visitaron en el Vaticano al papa Benedicto XVI. En esa ocasión, el purpurado boliviano dio un informe sobre la situación social y política del país. Según el oficialismo, ese reporte fue parcializado. Desde entonces se sucedieron los ataques a la Iglesia Católica. En noviembre, el Cardenal fue elegido por el periódico El País de España una de las cien personalidades más influyentes de hispanoamérica. En ocasión de agradecer ese nombramiento, dijo en una homilía en Santa Cruz que estaba preocupado por el incremento de la actividad ilícita del narcotráfico en el país. Ayer, el presidente Morales dijo que el Cardenal había expresado que “Bolivia estaba gobernada por el narcotráfico”. Los detalles La anterior semana, el Arzobispo de Sucre ofició un misa en un acto por el No a la CPE. Esa acción fue también criticada por el oficialismo, porque lo consideraron un acto político. El Conalde anunció que habrá otras actividades parecidas en Santa Cruz, Beni y Tarija.
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