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lunes, 15 de diciembre de 2008

el sexo es cosa de Dios nos propone suplemento religión de PD


El reverendo Ed Young tuvo una idea para reforzar las parejas de su congregación. En noviembre grabó un mensaje desde su cama, junto a su mujer, y lo emitió ante sus más de veinte mil parroquianos, repartidos por iglesias de Dallas y Miami. El reto se llamaba Siete Días de Sexo. Según Young, había llegado el momento para la Iglesia de volver a poner a Dios en la cama.

El pastor y su mujer, Lisa, también sucumbieron al experimento. Al domingo siguiente, Young notó que “algunas parejas sonreían”. Y añadió: “Seguid haciendo lo que habéis hecho esta semana. Hay que duplicar la cantidad de intimidad de nuestro matrimonio. Y cuando digo intimidad, no me refiero a ir cogidos de la mano por el parque o pasar la mano por la espalda”.No toda la congregación pudo seguir los consejos de Young: para los solteros, “no sé, probad a comer un poco de pastel de chocolate”.

Hay cosas que ni el atrevido Young acepta. También hubo parejas que recibieron su mensaje con los brazos cruzados, las cejas arqueadas y poco entusiasmo.Young insiste en que no es un golpe publicitario. Ya en la carta a los Corintios, dice, sale que “no os dejéis sin sexo unos a los otros”. En declaraciones al New York Times, dijo: “Por algún motivo la Iglesia no ha hablado del sexo, pero tenemos que hacerlo”. No hay motivo de vergüenza en el sexo matrimonial: “Dios se lo inventó, fue su idea”.

Aunque la Iglesia no hable de sexo, el pastor Young se ha decidido a coger el toro por los cuernos. Quizá es más fácil para este reverendo norteamericano comprobar la utilidad del sexo matrimonial que para un cuerpo de sacerdotes castos y célibes.Tampoco esto del sexo intenso es un paseo. Young lleva 26 años casado y tiene cuatro hijos. Durante el desafío, un día a las ocho quiso irse a dormir. Estaba cansado. Lisa, su mujer, fue a despertarle al cabo de un rato: “Vamos, es el reto del sexo, toda la semana”. Pero Ed: “Mañana hacemos dos”. Y siguió durmiendo. Dar buen ejemplo es lo más difícil.

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