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viernes, 11 de abril de 2008

la cristiandad está pendiente del viaje papal




El “momento católico” tras la “larga cuaresma”
Benedicto XVI visita Estados Unidos

Taunton (Massachusetts). Del 15 al 20 de abril, el Papa Benedicto XVI visitará Estados Unidos en medio de la campaña electoral presidencial más disputada de las últimas décadas. Aunque la imagen que dan los medios de comunicación parezca demostrar lo contrario, los estadounidenses son un pueblo religioso. El famoso sociólogo Peter Berger ha expresado este contraste entre el común de las gentes, básicamente creyentes, y sus secularizadas capas rectoras describiendo Estados Unidos como “un país de indios gobernado por suecos”, en referencia a las que algunos consideran, respectivamente, la nación más religiosa del mundo y la que lo es menos.
« Junto a vuestros obispos he elegido como tema de mi viaje tres sencillas, pero esenciales palabras: "Cristo, nuestra esperanza"», revela el pontífice que visitará las ciudades de Washington y Nueva York.
La visita tiene lugar después de que la Iglesia en el país haya atravesado años difíciles, en particular a causa de los escándalos atribuidos a abusos de sacerdotes.
«Siguiendo las huellas de mis venerados predecesores, Pablo VI y Juan Pablo II, por primera vez iré como Papa a los Estados Unidos de América para proclamar esta gran verdad: Jesucristo es la esperanza para los hombres y las mujeres de toda lengua, raza, cultura, y condición social».
«Sí, Cristo es el rostro de Dios presente entre nosotros. Gracias a Él nuestra vida alcanza su plenitud y juntos, como individuos y pueblos, podemos formar una familia unida por el amor fraterno, según el eterno designio de Dios Padre», afirma el Papa.
«Llevaré el mensaje de la experiencia cristiana también a la gran asamblea de la Naciones Unidas, a los representantes de los pueblos del mundo», anuncia.
«En efecto, el mundo tiene más que nunca necesidad de la esperanza: esperanza de paz, de justicia, de libertad, pero no podrá realizar esta esperanza sin obedecer a la ley de Dios, que Cristo llevó a su cumplimiento con el mandamiento del amor mutuo», aclara.
«Haz a los otros lo que quieres que ellos te hagan a ti, no les hagas lo que no quieras que ellos te hagan a ti. Esta "regla de oro" se encuentra en la Biblia pero es válida para todos, incluso para los no creyentes», considera.
«Es la ley escrita en el corazón humano, y en ella podemos reencontrarnos todos, de modo que el encuentro de las diferencias sea positivo y constructivo para toda la comunidad humana».
De los casi 300 millones de habitantes de los Estados Unidos, los católicos constituyen 67,5 millones.

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