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domingo, 30 de marzo de 2008

la Iglesia en Bolivia goza de la confianza del pueblo

ha estado presente en todos los procesos de su convulsiva historia. la Iglesia nunca abandonó a los más débiles, a los más necesitados. En Argentina y otros países de nuestra América Morena la situación es idéntica como podemos apreciar cuando se pronuncia acerca de problemas puntuales que está viviendo una buena porcion del pueblo argentino. el diario La Nación tenido como el mayor del continente sur, publica la siguiente editorial:

La Comisión de Pastoral Social del Episcopado, que preside el obispo Jorge Casaretto, planteó en su última reunión, celebrada días atrás en Buenos Aires, una serie de inquietudes y preocupaciones relativas a problemas sociales muy concretos que están creciendo en diferentes puntos de la República y que, a juicio de los obispos, deberían ser atendidos con premura. Una de las primeras reclamaciones que formuló la comisión está referida a la grave crisis social que está sufriendo la provincia de Jujuy, donde vastos sectores de la población perciben salarios extremadamente bajos, que no alcanzan para cubrir los costos mínimos de la canasta alimentaria. Asimismo, los obispos se refirieron a la afligente situación que atraviesa, en esa misma provincia, el 80 por ciento de los jubilados, cuya situación los coloca, según mediciones ampliamente difundidas, muy por debajo de la línea de pobreza. A esos problemas se suman, según la comisión, otros males sociales de inocultable gravedad, tales como la existencia de escuelas en pésimo estado de conservación y de hospitales faltos de una adecuada infraestructura o carentes de medicamentos. El comunicado emitido por los obispos de Pastoral Social al término de sus deliberaciones se refiere, en otro de sus pasajes, a la problemática que atraviesa el sector pesquero de Mar del Plata, donde coexisten empresarios que han obtenido últimamente ganancias muy altas, e incluso trabajadores calificados que perciben ingresos muy superiores a la media nacional, con una inmensa franja de trabajadores en tierra que afrontan situaciones laborales extremadamente precarias debido a la insuficiencia de sus salarios y, en algunos casos, por los extensos períodos de inactividad o desempleo que deben afrontar. Los padecimientos de este sector se agravan por la escasez del recurso pesquero, producto de la sobrepesca de muchos años y de la ausencia o debilidad de los controles que la autoridad debería ejercer. El organismo eclesiástico advierte que situaciones similares se viven en otros lugares del sur argentino de larga tradición pesquera, tales como el golfo San Matías, San Antonio Oeste o Puerto Madryn. La Comisión de Pastoral Social decidió manifestar también su preocupación por la extensión que alcanzan hoy en el país los juegos de azar, que en muchos casos se están convirtiendo en un verdadero método de sometimiento y esclavitud, frente al cual los sectores más pobres aparecen como los más vulnerables. El comunicado se refiere a la fuerte presencia que hoy alcanza el sector privado en la explotación del juego y a la creciente adicción que esa actividad genera en amplios sectores de la comunidad. Al optar por el análisis particularizado de ciertas situaciones conflictivas muy concretas que se suscitan en diferentes puntos del país, la Comisión de Pastoral Social realiza un aporte singularmente valioso, que complementa la tarea de los demás organismos de la Conferencia Episcopal Argentina, referidos en la mayoría de los casos a problemas más generales y abarcativos de la realidad nacional. Las cuestiones sobre las cuales se ha llamado la atención en esta oportunidad merecen ser atendidas con la máxima celeridad. Las advertencias de los obispos no deben ser desoídas: es necesario que las autoridades y la sociedad en su conjunto les presten la debida atención y les brinden una condigna respuesta.

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