NAVIDAD
2013
Nuevamente
festejamos un mito profundo y trascendente en la historia de la humanidad, el
más hermoso mensaje de Dios objetivado en el nacimiento de Jesús, niño, luego
hombre destinado al sacrificio a los 33 años, para enviar los más bellos
mensajes de bondad y esperanza, para toda la eternidad.
Imposible
no repetir algunos párrafos de mi director espiritual, Leonardo Boff, que desde
el Brasil escribe: «Cuando la noche iba por la mitad de su curso
se hizo un profundo silencio. Entonces, las hojas parlanchinas callaron como
muertas. Entonces, el viento que susurraba quedó quieto en el aire. Entonces,
el gallo que cantaba se detuvo en medio de su canto. Entonces, las aguas del
riachuelo que corrían, se paralizaron. Entonces las ovejas que pastaban se
quedaron inmóviles. Entonces, el pastor que levantaba su cayado quedó
petrificado. En ese momento todo paró, todo se suspendió, todo hizo silencio:
nacía Jesús, el salvador de la humanidad y del universo».
Y he aquí
que del Pesebre vino una voz que susurró: «¿Oh,
criatura humana, por qué tienes miedo de Dios? ¿No ves que su madre enfajó con
ternura su frágil cuerpecito? ¿No te das cuenta de que él no amenaza a nadie?
¿Ni condena a nadie? ¿No escuchas cómo llora suavemente? Más que ayudar,
necesita ser ayudado y cubierto de cariño. ¿No sabes que él es
Dios-con-nosotros como nosotros?» Entonces, ya no pensamos más, damos
paso al corazón que siente, se compadece y ama. ¿Qué otra cosa hacer delante de
un Niño sabiendo que es Dios humanizado? ¡Él es el eterno niño, el Dios que
faltaba. Él es lo divino que ríe y que juega. Es un niño tan humano que es
divino!
Inmediatamente,
yo con Leonardo, repito emocionado a los míos, a mis pequeños adorados: «Sí, nietos míos, Papá Noel existe. Es tan
cierto como que existe el amor, la generosidad y la devoción. Y todo eso existe
de verdad y trae más belleza y alegría a nuestra vida. ¡Qué triste sería el
mundo si no existiese Papá Noel! Sería tan triste como si no hubiese niños
como ustedes. No existiría la fe de los niños, ni la poesía y la fantasía, que tornan
nuestra existencia leve y bella. Pero, para eso, tenemos que aprender a ver con
los ojos del corazón y del amor ¿Que si existe Papá Noel? Gracias a Dios vive y
vivirá siempre que haya niños grandes y niños pequeños que han aprendido a ver
con los ojos del corazón».
El escrito de
este gran humanista y teólogo de la Liberación, me llegó hasta el alma.
Evoqué el
sentimiento cuando en mi interioridad esos pensamientos ya eran míos, cuando observaba los gestos infantiles que
despertaban la reflexión obligada: “Así debió ser el Niño Jesús de pequeño”.
Y pensar que
hay gente que aprueba el crimen del aborto de eso seres indefensos e inocentes,
genuina arcilla en las manos de Dios. Felizmente los parlamentarios echaron pie
atrás en la norma sobre derechos, desde la concepción, la célula madre, el
cigoto totipotencial, ya es un ser humano con todos sus atributos de dignidad
de persona.
Sabemos que
en nuestro medio y en el mundo exterior, los niños son carne de comercio, de
sexo y de tortura. ¿Y todavía queremos que el futuro de la humanidad sea de luz
y de amor?
Retomo la
armonía y vuelvo a mis niños, a todos los niños e imaginariamente extiendo los
brazos para abrazarlos, para trasmitirles el calor del corazón; para decirles a
su tierno oído ¡Feliz Navidad Niños Dioses! Y a los adultos, hasta la senectud,
también ¡Felicidades! porque ese mismo Niño Dios vive en cada uno de nosotros.
Así lo
siento y lo expreso, con la fe puesta en el futuro humano, más próxima a Dios
que a los malignos del averno.
Gastón
Cornejo Bascopé
Diciembre
2013.
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