La Conferencia Episcopal Boliviana expresó hoy su profundo dolor por las muertes ocasionadas durante las tareas de erradicación de la coca excedentaria en la localidad de Apolo, La Paz, y exigió una investigación imparcial y profunda de los hechos para sancionar a los responsables.
Comunicado
Dolor por la violencia y la muerte
La Conferencia Episcopal Boliviana expresa su profundo dolor por las muertes ocasionadas durante las tareas de erradicación de la coca excedentaria en la localidad de Apolo. La vida es un don sagrado y cada pérdida es una ofensa grave a Dios de la cual tenemos que rendir cuentas.
La violencia sólo genera violencia y, en nombre de Dios, la condenamos como recurso, en todas sus formas, venga de donde venga.
La mejor respuesta a estos graves hechos es una investigación profunda e imparcial, a ser posible con la participación de instituciones de la sociedad civil que velan por la defensa de los derechos fundamentales de las personas, para establecer la verdad de los acontecimientos y sus responsables, a fin de asegurar las sanciones adecuadas y que estos acontecimientos no se repitan en el futuro.
Constataciones de nuestra realidad, autoridades y medios de comunicación dan cuenta de la relación de estos hechos con el narcotráfico. Por nuestra parte, como ya lo hemos expresado en anteriores ocasiones, denunciamos el peligroso crecimiento de este mal que amenaza con socavar las estructuras de la sociedad sembrando dolor y muerte.
Expresamos nuestra solidaridad con las familias de los fallecidos y heridos y elevamos nuestras oraciones por el eterno descanso de las víctimas y para que el Señor de la Vida les haga llegar consuelo y paz.
Exhortamos a autoridades y dirigentes sociales a retomar el camino del diálogo verdadero, sereno y responsable, como el único camino que permite encontrar soluciones consensuadas y verdaderas.
Secretaría General de la
Conferencia Episcopal Boliviana
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