En el juramento se omitió a Dios y se puso a los héroes de la revolución en su lugar
Iglesia deplora cambio de la Biblia por la CPE en el juramento de autoridades
"Exceso y mala interpretación de la CPE", así califica José Rivera, secretario ejecutivo de la Comisión de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), el hecho de que en palacio de Gobierno el nuevo texto constitucional ha sustituido la Biblia y el Crucifijo.
En el posicionamiento del gabinete ministerial el juramento se lo hizo ante la nueva constitución política promulgada un día antes prescindiendo de la Biblia y el crucifijo. Esta acción ha causado una serie de repercusiones de diferentes círculos políticos y sociales.
Rivera indica que “como Iglesia católica consideramos por un lado que es un exceso y una mala manera de interpretar lo que establece la constitución política del estado cuando establece la separación de la Iglesia y el Estado, lo que sanamente se puede entender como estado laico no esta dando licencia para agraviar a una determinada religión”.
El ministro de Culturas Pablo Groux señaló que esta acción se debe a que la carta magna reconocer al Estado laico y la libertad de religión y que la Biblia no representa a todas las creencias religiosas que existen en Bolivia.
Al respecto Rivera explicó que la Iglesia Católica no discute la libertad de culto y al contrario pide que no se ignore los sentimientos religiosos de la mayoría de las personas que profesan la fe católica en Bolivia. Además indicó que esta acción es un agravio a la sensibilidad religiosa de la mayoría de la población boliviana.
Una nota publicada en el portal web de la CEB menciona que de esta manera se hace más daño al gobierno que a la Iglesia porque el jurar sobre la Biblia y la Cruz no solamente es una tradición sino que es un símbolo que no está conectado a los principios cristianos y humanos que rigen la convivencia entre bolivianos, por tanto las autoridades deberían pensar y valorar estos valores del pueblo boliviano y respetarlos.
Asimismo recordó que el estado laico y la libertad religiosa bien entendida significa que no hay un trato preferencial para ninguna religión pero no establece que se pueda ir contra las creencia de un pueblo, la historia, la cultura de un país donde la mayoría de la población incluso las mismas personas que han apoyado al gobierno profesan la religión católica, “creo que pueden evitarse estos excesos de determinado grupo que ejerce en estos momentos funciones publicas”, señaló.
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