en la realmente bella por el arte que encierra y su estructura ideada y construída por Miguel Angel, el papa Benedicto XVI celebró la misa dominical dando la espalda al pueblo y mirando a la Cruz. La ceremonia fue seguida con espectativa porque el Pontífice ha puesto en práctica la recomendación que él mismo hiciera:
El Papa Benedicto XVI puso en práctica sus intentos de retomar ciertas prácticas litúrgicas que fueron abolidas tras el Concilio Vaticano II y celebró este domingo una misa en la capilla Sixtina.
Ahí, el pontífice les dio la espalda a los fieles por momentos, para estar de frente a la Cruz. Incluso se cambió el altar por uno antiguo, con el cual se busca resaltar “la belleza y la armonía de esta joya arquitectónica”, según dijo el Vaticano en un comunicado.
De la misma forma, subió a la plataforma de madera que se usaba en el siglo XIX, para dar su homilía.
Benedicto ha instado para que en el mundo, las parroquias católicas que deseen puedan celebrar misas en latín o usando rituales que se llevaron a cabo hasta la administración del papa Pío IX.
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