• Decenas de personas esperan la bendición de las imágenes de San Antonio, ayer. | José Rocha
  • La entrada folclórica en devoción a San Antonio, ayer. | José Rocha
Una multitud festejó ayer con devoción a San Antonio de Padua, el patrón de los pobres y los comerciantes de la zona del mercado La Cancha. Cientos acudieron a la misa central con imágenes de todo tamaño del santo para hacerlas bendecir.

Es una de las festividades más antiguas y tradicionales de Cochabamba. “Aproximadamente desde 1880 comenzó la devoción a San Antonio de Padua en Cochabamba. Esta creencia, años más tarde, dio lugar a la parroquia, a la zona y a otras instituciones como la cooperativa que lleva el mismo nombre. Entorno a la devoción y el patronazgo celebran la acción de Dios por medio de este santo”, comentó el párroco de la iglesia de San Antonio, Armando Sejas.
En la misa central se pudo observar a centenares de personas que estaban con imágenes del santo esperando la bendición del párroco, para así poder llevar la imagen a sus viviendas.

“Cada año vengo, es una tradición familiar, esta imagen la tengo hace 30 años. Le tenemos mucho cariño y sobre todo fe, le pedimos salud, prosperidad y sobre todo bienestar en nuestra casa”, contó una devota.
Este año la fiesta tuvo una particularidad, los comerciantes de pacumutus instalados frente a la iglesia fueron los pasantes y se encargaron de la organización de la fiesta, indicó el sacerdote Linton Guzmán.

Tras la bendición de imágenes se procedió a repartir piezas de pan entre los presentes y a las personas de escasos recursos que piden limosna en inmediaciones del mercado San Antonio. De acuerdo a Guzmán, San Antonio de Padua es asociado a los pobres. “San Antonio es muy querido entre la población, principalmente por la gente de escasos recursos”, añadió.

Vecinos, comerciantes y cientos de estudiantes de las Unidades Educativas del sector participaron de una procesión y una mini entrada folclórica que bordeó la plazuela San Antonio y las principales calles de la zona. San Antonio fue un franciscano que murió a los 35 años. Fue un gran predicador, muy popular en Lisboa, en Portugal.

Sobre el templo, Guzmán indicó que hace aproximadamente 100 años la zona era parte de varias haciendas, tenía una pequeña capilla con una imagen del santo. Posteriormente el año 1962 se construyó la parroquia, tomando como referencia a la iglesia de Sacaba.