El ataque de altos funcionarios y dirigentes del MAS a la Iglesia aumentó de calibre en los últimos días. El más insensato de ellos, que excede el límite, porque contiene una carga xenófoba, proviene del presidente de la Cámara de Diputados. En una posición insólita, la autoridad legislativa exige que la institución católica cuente solo con obispos bolivianos y se deshaga de los que provienen del exterior, en una muestra clara de desconocimiento del funcionamiento del Vaticano.
En la lógica del titular de la Cámara Baja, los religiosos extranjeros asumen una actitud opositora al MAS y de injerencia en la política interna de Bolivia. Para el legislador oficialista, solo los sacerdotes nacionales garantizarán la neutralidad partidaria en su trabajo.
Nunca antes habíamos escuchado una exigencia tan desubicada y con un tono tan discriminatorio, que contradice los valores de inclusión e igualdad que pregona el gobierno del presidente Morales.
En el mismo Poder Ejecutivo hay extranjeros que trabajan como asesores, lo que no es ilegal. También son frecuentes las alianzas con gobiernos de otras naciones, en el marco de una natural integración y amistad de los pueblos. El propio Evo Morales acaba de visitar al papa en El Vaticano, sin poner reparos a su origen argentino. Al contrario, el mandatario boliviano destacó el giro que ha dado la cúpula de la Iglesia mundial con la elección de un latinoamericano y un revolucionario como Francisco.
Por eso, además de desatinada, la declaración del presidente de los diputados agrava la confrontación del Gobierno con el clero, que no conduce a buen destino. Ciertamente que los permanentes pronunciamientos públicos de los obispos son incómodos para autoridades que prefieren la ausencia de crítica.
Jamás la Iglesia se calló frente a problemas cotidianos que afectan a las personas, ni lo hará ahora, según lo dicho hace unos días por su principal pastor, el cardenal, cuya trayectoria es impecable, como lo destaca el propio papa. Julio Terrazas no se calló ni en dictaduras ni en democracia. Tampoco lo hizo frente a abusos de poder de gobiernos de derecha, ni lo hará con los que se proclaman como revolucionarios de izquierda. En todo caso, si hubo exceso en la verborragia de uno y de otro lado, es el momento de poner fin a una confrontación desgastante e innecesaria. Sentarse a dialogar no implica ceder en creencias o convicciones.
La Iglesia tiene problemas serios para sostener sus obras sociales y el Estado no puede mostrarse indiferente, menos aún, ofender a los obispos que exponen sus dificultades. Es tiempo más bien de pensar en salidas que ayuden a la gente y no ahogar los emprendimientos religiosos
Nada sucede sin la venia del Señor. Todo encaja en su Divina Providencia, por lo que abandonarse en sus brazos y repetir la oración de cada dia "Hágase tu Voluntad..." es la forma más sabia y más humana de aceptar la vida con sus grandezas y sus miserias.
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lunes, 17 de noviembre de 2014
funcionarios del Gobierno, sin duda obedeciendo cierta línea, cada uno a su turno ataca a la Iglesia Católica. cualquier motivo es pretexto para observar y criticar ahora mismo a la condición de extranjeros a los Obispos. todo porque la Iglesia no se calla ante los problemas de los bolivianos. debe ponerse fin a la confrontación opina El Deber de SC
viernes, 14 de noviembre de 2014
El Dia ofrece una larga lista de la obra social de la Iglesia Católica que sin embargo, no cuenta con recursos suficientes para cancelar "el doble aguinaldo" dispuesto por el Gobierno. la Iglesia ha pedido recursos al Estado para cumplir con esa carga y el Estado le ha negado. qué hacer?
Continuamente escuchamos la perorata de que Bolivia ya no es un país mendigo. El ministro de Economía, Luis Arce, tuvo que desmentir aquello de que andamos prestando plata en el vecindario, porque no iba a faltar quién se lo tome en serio y como la soberbia es grande, a lo mejor “le metíamos nomás”. Le regalamos dinero a la ONU y les donamos arroz a los cubanos. O sea que por ínfulas, andamos codeándonos en las grandes ligas, pero veamos cómo andamos en casa.
Los obispos de Bolivia le han pedido al gobierno que le ayude a pagar el doble aguinaldo de los trabajadores y sostener algunos de los miles de hogares, albergues, comedores y otras entidades sociales que administra la Iglesia Católica y la respuesta ha sido un disparate que seguramente alguien le mandó decir a un ministro, quien afirmó que en la Iglesia Católica se hacen los pobrecitos y les pidió que dejen de hacer gastos suntuarios. A lo mejor cree que los prelados se movilizan en aviones privados, que tienen helicópteros y que se están construyendo nuevos palacios para estar a la altura del “proceso de cambio”
Es malo pecar por impetuoso, pero es peor hacerlo por ignorancia. Y a lo mejor en el gobierno y en el resto de la sociedad ignoran cómo, quién y con qué fondos se atienden a los indigentes, a los enfermos, los leprosos, los enfermos de Sida, los niños huérfanos, los abandonados, los hambrientos, los drogadictos, las mujeres embarazadas y madres solteras que son rechazadas por sus familias, los alcohólicos, los ancianos, los chicos que padecen graves problemas de salud y que ni siquiera sus padres los quieren atender, etc, etc.
No estamos hablando de los colegios, escuelas de convenio, ni de los hospitales, institutos técnicos, universidades y muchas otras instituciones que están en manos de la Iglesia Católica y que si bien están atravesando graves problemas debido a la excesiva carga que este régimen les ha sumado a todas las empresas públicas y privadas, hacen lo posible para subsistir y cumplir con todas sus obligaciones.
Nos estamos refiriendo a muchas otras obras que maneja la Iglesia y que entran en la categoría de “Asistencia Social” y que son alrededor de 2.000 en todo el país. Son hogares, albergues, refugios, comedores, asilos, centros de acogida, etc, etc, que viven de la providencia, de la solidaridad de la gente, pero sobre todo, de la ayuda exterior que consiguen los párrocos, religiosos y voluntarios, en su mayoría extranjeros que tienen contactos con comunidades que conocen mejor que nosotros las necesidades de esos centros que hoy son motivo de polémica.
Para dar un ejemplo, solo en Santa Cruz hay 30 hogares de niños oficialmente en manos de la Iglesia y obviamente hay muchos otros que pertenecen a entidades civiles y a otras congregaciones. Existen otras 70 obras sociales diversas y en las cien entidades que existen, los curas y monjas deben proveer alimento, vestimenta, salud, educación y muchas otras necesidades y en un 85 por ciento lo hacen con recursos propios, mientras que el Tesoro General de la Nación aporta con el 15 por ciento, que se canaliza a través del pago de una ínfima cantidad de personal y el aporte de un “prediario” de 10 bolivianos por cada interno, dinero que resulta irrisorio para costear todos los requerimientos de cualquier ser humano.
Obviamente la carga del doble aguinaldo, los aumentos y otras responsabilidades ponen en riesgo estas obras. El pedido era una pizca de solidaridad de parte de un Gobierno que dice estar cosechando frutos a manos llenas.
En el gobierno y en el resto de la sociedad ignoran cómo, quién y con qué fondos se atienden a los indigentes, a los enfermos, los leprosos, los enfermos de Sida, los niños huérfanos, los abandonados, los hambrientos, los drogadictos, las mujeres embarazadas y madres solteras, los alcohólicos, los ancianos, los chicos que padecen graves problemas de salud, etc, etc.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
pastores de la Iglesia al reconocer el crecimiento económico,demanda superar la pobreza, de tal modo que los grupos deprimidos sean beneficiarios de "la bonanza económica". recursos para la salud demandó Aparicio que seá confirmado Arzobispo de Cochabamba el 20 de enero en Cochabamba.
La Iglesia católica destacó el crecimiento económico del país, pero demandó soluciones concretas para superar la pobreza de muchas familias bolivianas.
El obispo Eugenio Escarpellini dijo que hay diferentes proyecciones de una macroeconomía positiva hacia el futuro, pero no así de la microeconomía, “de aquella de las familias, de los vendedores, de los pequeños trabajadores y artesanos”.
El obispo Eugenio Escarpellini dijo que hay diferentes proyecciones de una macroeconomía positiva hacia el futuro, pero no así de la microeconomía, “de aquella de las familias, de los vendedores, de los pequeños trabajadores y artesanos”.
Según el obispo, los grupos deprimidos se ven en dificultades a causa de la inflación, entre otros factores.
Desde el punto de vista de la Iglesia, el Gobierno debe establecer acciones para que todas las familias se beneficien realmente de la bonanza económica.
No es suficiente la entrega de subsidios, más bien son necesarias respuestas estructurales que se traduzcan en políticas públicas y económicas que permitan el desarrollo, que se vaya afianzando y sea sostenible en el tiempo. “Este es el desafio para nuestro país”, dijo Escarpellini.
Añadió que la inversión pública debe destinarse a la salud, educación, obras de asistencia social y desarrollo productivo, buscando el verdadero progreso del pueblo.
Según información oficial, Bolivia proyecta un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 5.9 por ciento para el 2015, superando el 5.7 por ciento previsto para el cierre de 2014, uno de los más altos de Latinoamérica, según las autoridades bolivianas.
Por otro lado, el economista del Banco Mundial (BM), Julio Loayza, informó que la pobreza en Bolivia se redujo casi 20 por ciento durante los últimos 10 años, debido al crecimiento de sectores que generalmente emplean a personas de menos recursos, como la agricultura, transporte, comercio o construcción, entre otros.
Datos.
Positivo
Los obispos reunidos en Cochabamba valoraron la creciente inclusión social que se ha dado en Bolivia. Invitaron a continuar con los esfuerzos para incluir a los más pobres y marginados, quienes todavía necesitan ser atendidos.
Positivo
Los religiosos expresaron su esperanza por una patria de progreso y justicia, pues en el país se ha dado una muestra de cultura democrática por el alto espíritu participativo demostrado en las elecciones desarrolladas el pasado 12 de octubre.
Mar
Desde el punto de vista de la Iglesia, la demanda marítima boliviana debe pasar por el diálogo. “Siempre hemos pregonado que el diálogo es el mejor camino para solucionar los problemas y entre dos países hermanos como Bolivia y Chile también deben haber la misma capacidad”, señaló Eugenio Escarpellini. Como institución no tienen una postura sobre el pedido boliviano.
Los obispos reunidos en Cochabamba valoraron la creciente inclusión social que se ha dado en Bolivia. Invitaron a continuar con los esfuerzos para incluir a los más pobres y marginados, quienes todavía necesitan ser atendidos.
Positivo
Los religiosos expresaron su esperanza por una patria de progreso y justicia, pues en el país se ha dado una muestra de cultura democrática por el alto espíritu participativo demostrado en las elecciones desarrolladas el pasado 12 de octubre.
Mar
Desde el punto de vista de la Iglesia, la demanda marítima boliviana debe pasar por el diálogo. “Siempre hemos pregonado que el diálogo es el mejor camino para solucionar los problemas y entre dos países hermanos como Bolivia y Chile también deben haber la misma capacidad”, señaló Eugenio Escarpellini. Como institución no tienen una postura sobre el pedido boliviano.
Aparicio será investido como arzobispo de Cochabamba el 20 de enero
Óscar Omar Aparicio Céspedes será investido como arzobispo metropolitano deCochabamba el 20 de enero de 2015. Sustituirá a Tito Solari Capellari.
La información la ofreció ayer el arzobispo Tito Solari, en la clausura de la 98 Conferencia Episcopal Boliviana.
El papa Francisco nombró a Aparicio como arzobispo de Cochabamba el pasado 24 de septiembre, tras la renuncia presentada por Solari a la Santa Sede, fundamentada en el límite de edad establecido por el Código del Derecho Canónico, que señala los 75 años.
Monseñor Aparicio Céspedes nació el 26 de septiembre de 1959 en La Paz. Realizó los estudios de teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo el título en teología dogmática.
A su regreso de Roma, fue nombrado párroco de San Antonio, en La Paz, profesor y después director del seminario mayor San Jerónimo.
El 29 de mayo de 2002 fue elegido obispo titular de Cizio y auxiliar de La Paz. Recibió la ordenación episcopal el 25 de julio sucesivo. Ha sido secretario general y actualmente es presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana.
La información la ofreció ayer el arzobispo Tito Solari, en la clausura de la 98 Conferencia Episcopal Boliviana.
El papa Francisco nombró a Aparicio como arzobispo de Cochabamba el pasado 24 de septiembre, tras la renuncia presentada por Solari a la Santa Sede, fundamentada en el límite de edad establecido por el Código del Derecho Canónico, que señala los 75 años.
Monseñor Aparicio Céspedes nació el 26 de septiembre de 1959 en La Paz. Realizó los estudios de teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo el título en teología dogmática.
A su regreso de Roma, fue nombrado párroco de San Antonio, en La Paz, profesor y después director del seminario mayor San Jerónimo.
El 29 de mayo de 2002 fue elegido obispo titular de Cizio y auxiliar de La Paz. Recibió la ordenación episcopal el 25 de julio sucesivo. Ha sido secretario general y actualmente es presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana.
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