El Arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti rechazó, en su homilía dominical, la práctica de los linchamientos como una forma de hacer justicia. El representante de la iglesia sostiene que estos actos son crímenes que hace daño a la sociedad.
Durante esta semana se produjeron preocupantes hechos de linchamientos en el Chapare y Potosí donde la turba toma represaliar contra los supuestos delincuentes. El más preocupante se desarrolló en la población potosina de Colquechaca donde enterraron vivo a un joven sindicado de una violación.
“No es linchando a un adolecente que se hace justicia. No quiero, ni puedo creer que ese menor de edad y otros que están involucrados en actos delictivos se unos descarriados incorregibles que hay que eliminar”, afirmó Gualberti.
El prelado explicó que no se pude tener indiferencia ante los crímenes que se cometen y por el contrario hay que condenarlos. Sin embargo, considera que no es la población la que debe hacer justicia por mano.
Por el contrario, Gualberti explica que se deben tener en cuenta que muchas veces los jóvenes llegan a esos extremos por problemas estructurales de la sociedad porque ellos son las primeras víctimas de familias destrozadas y divididas o jóvenes que no han experimentado el amor.
“La muerte, disfrazada de violencia callejera, de droga, de alcohol y de alienación de una sociedad consumista y hedonista que sigue sembrando muchas víctimas entre los jóvenes y adolescentes”, reflexionó el religioso.
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