El Miércoles de Ceniza cierra el Carnaval y da inicio a la Cuaresma, una etapa de recogimiento espiritual, según el calendario litúrgico de la Iglesia católica. Los fieles participaron ayer de la misa donde se les impuso una cruz de ceniza en la frente.
“La imposición de la cruz de ceniza, para empezar la Cuaresma, es un acto simbólico para recordar la gran realidad humana, de que somos polvo y en polvo nos convertiremos”, explicó el párroco de la Compañía de Jesús, Stanislao Bouffil, durante el acto litúrgico. Asimismo el vicario judicial del Arzobispado, Miguel Manzanera, manifestó la necesidad de cultivar la buena convivencia y la tolerancia entre unos y otros para “comenzar una nueva vida”.
El Miércoles de Ceniza es un periodo que marca el inicio de un tiempo de preparación para la Pascua que termina el día Jueves Santo, después de mediodía. En este día se inicia un tiempo espiritual de oración, penitencia y ayuno. En contraste, las comerciantes de los centros de abasto ayer celebraron la tradicional ch’alla con baile, comida y bebida.
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