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jueves, 14 de agosto de 2008

veneran a la "mamita de urkupiña" 400 mil visitantes

Colorido y diversidad fue el marco del desarrollo de la fastuosa entrada en Quillacollo, población distante a 14 kilómetros de esta capital, en honor a la Virgen de Asunción, más conocida como la Fiesta de Urkupiña, que este jueves deslumbró a los miles de visitantes que asistieron al singular evento. Alrededor de quince mil bailarines, seis mil músicos y cerca de cuatrocientos mil espectadores, realzaron la fiesta grande de la Integracional Nacional. Caporales, tobas, morenadas, diabladas, tinkus, sayas, Pujllay moseñadas, tarquedas, vallunadas entre otros ritmos fue la delicia del público que en alrededor de 70 fraternidades, participaron de la fastuosa entrada. De la entrada folklórica participaron agrupaciones del interior del país e incluso del exterior, cumpliendo la promesa de participar por tres años consecutivos en la devoción a la Virgen. Algunas fraternidades como las Morenadas Real Urkupiña, Los Andes, Caporales San Simón, caporales Perpetuo Socorro, Diablada Thomas Bata, entre otros cuentan con alrededor de 400 danzarines y 150 músicos repartidos en tres sectores. En cambio otras fraternidades cuentan con alrededor de 200 danzarines. La entrada tiene un recorrido de seis kilómetros desde el lugar próximo al Calvario, hasta llegar al Templo de San Ildefonso para venerar a la Virgen de Urkupiña. Una gran parte del recorrido colocaron vallas, sobre todo en el palco oficial y calles adyacentes, lo que motivó mayor organización, modalidad que se espera ser colocada en todo el recorrido desde el año próximo. La Festividad de Urkupiña, comenzó a principios de mes con la peregrinación de feligreses de las distintas parroquias de Cochabamba en lo que se denominó la quincena. La fiesta central de la Virgen está reservado para este viernes, cuando se celebra la Asunción de la Virgen María a los Cielos, según el calendario de la Iglesia Católica, y que en Cochabamba se conoce a la Virgen de Urkupiña. La ceremonia de fiesta estará presidida por el Nuncio Apostólico Monseñor Luciano Suriani. (de La Prensa de LP y LT de CB.)

jueves, 7 de agosto de 2008

el obispo de oruro rindió homenaje a los dos obreros muertos por las balas


El obispo de la diócesis de Oruro, monseñor Cristóbal Bialasik, advirtió ayer que los 2 muertos y 46 heridos, fueron provocados por la “falta de respeto, humildad y diálogo”, de parte del gobierno, hasta “dejar dolor en toda la patria, no sólo en las familias de los dos mineros que perdieron la vida, pidiendo una renta justa para su jubilación”. La profunda preocupación fue emitida ayer, durante la eucaristía que se realizó en la iglesia Catedral, delante del prefecto del departamento, Alberto Luis Aguilar, y otras autoridades y ante una escasa concurrencia de católicos, porque los fieles católicos no pueden concurrir a un acto de celebración, donde hubo muertos y heridos.Describió cómo los mineros se sintieron indignados al ver a sus hermanos muertos, cuando les hicieron llegar a Huanuni, todo provocado por la falta de respeto, humildad y diálogo, que provoca dolor en toda la patria, no solo en las familias de los dos mineros que perdieron la vida, pidiendo una renta justa para su jubilación.Dijo que al ver a los muertos y los 46 mineros heridos en el enfrentamiento en Caihuasi y al conocer que las personas con discapacidad que sufrieron agresiones en La Paz, le provocó dolor e incapacidad, por no poder hacer algo para remediar estos problemas.En la homilía, narró la experiencia vivida el pasado martes en Huanuni, donde estuvo solidarizándose con los familiares de los difuntos y acompañando a un efectivo de la Policía Departamental que fue secuestrado por algunos mineros que lo trasladaron a esa localidad.“Gracias a Dios pudimos atenderlo con el médico y darle comida, antes que llegarán sus familiares hasta ese lugar, para acompañarlo, ante su desesperación”, manifestó.Brindó su apoyo a los 46 mineros heridos en el enfrentamiento en Caihuasi y sintió preocupación por las personas con discapacidad que sufrieron agresiones, situación que le provocó dolor e incapacidad, por no poder hacer algo para remediar estos problemas.“En la mañana estuve pensando cómo vestirme para celebrar la misa, de color blanco o del color de luto, ante todo lo ocurrido ayer”, manifestó.Dijo que después de estos hechos, en la noche, los corazones de muchas personas, nuevamente se llenaron de luto y dolor, recordando lo ocurrido en octubre hace dos años en el mismo distrito minero de Huanuni, donde también hubo 16 muertos y un centenar de heridos.“Ante estos hechos, las heridas nuevamente se abrieron. Yo quisiera hoy decir que la violencia trae violencia y nunca se podrán resolver los problemas en medio de armas, balines, gases, agrediendo la vida de los hermanos y hermanas, pero tampoco se resolverán los problemas con bloqueos, fuego, destrozando caminos y atentando en contra de la vida de seres humanos”, dijo.Instó al gobierno ayudar en la reconstrucción de la democracia, sin crear violencia y división en el país, porque se debe evitar la división a través del diálogo y tolerancia, para lograr un reencuentro entre compatriotas bolivianos, dejando de lado la violencia.“En este día de la patria les invito a vivir todos los valores que Cristo nos enseña, les recuerdo que nuestra patria el día de su fundación fue entregada a Dios, que es el fundamento de nuestra patria”, dijo.Según el obispo, estos hechos pueden evitarse, respetando la opinión, postura y dignidad de cada boliviano, recordando la palabra de Dios, que es Dios de los vivos y de los muertos. “Hoy, pidamos por la paz y unidad entre nosotros, para que nuestros mineros y discapacitados sean escuchados, sean atendidos y para que todos los sectores ayuden en la construcción de la patria querida y tan sufrida”, exhortó monseñor Bialasik. (imagen y texto La Patria, Oruro)