Los jesuitas eligen nuevo superior general al venezolano Arturo Sosa
Tiene 67 años, un poblado bigote blanco y es «un hombre de escucha»
En un clima familiar y muy sereno, los 212 electores de la Compañía de Jesús han elegido este jueves en Roma un nuevo superior general. El venezolano Arturo Sosa, de 67 años, sucede al español Adolfo Nicolás, quien había presentado voluntariamente la renuncia al acercarse a los ochenta años.
El Papa Francisco, que ha sido el primero en recibir la noticia se ha manifestado «contento» y le ha enviado una bendición. Sus biografías incluyen muchos paralelismos.
El padre Sosa es el primer superior general no europeo en cuatro siglos de historia de la Compañía de Jesús y, por supuesto, el primer latinoamericano. En sus primeras declaraciones a Radio Vaticana ha manifestado sentirse «muy sorprendido» y «necesitado de mucha ayuda».
Según el jesuita Antonio Spadaro, director de «La Civiltà Cattolica» y uno de los electores, el nuevo padre general «es una figura espiritual, intelectual y de gobierno. Con experiencia de afrontar tensiones en un país muy difícil y complejo».
Arturo Sosa, un hombre jovial de pelo y bigote blancos, es alguien «que sabe escuchar, un hombre de paciencia», según el presidente de la Fundación de la Universidad Gregoriana, Alan Fogarty, uno de los primeros en hacer comentarios y buen conocedor del nuevo superior general, pues era su jefe directo hasta ahora.
El padre Sosa nació en Caracas el 12 de noviembre de 1948 y es doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Central de Venezuela. Además de su preparación académica, conoce la situación política de Venezuela de primera mano pues ha sido superior de los jesuitas de su país desde 1996 a 2004, que incluyen la época tormentosa de Hugo Chávez.
Sosa es un personaje académico de gran envergadura, pues ha sido profesor en la Universidad Católica Andrés Bello y en la Universidad Central de Venezuela, así como rector de la Universidad Católica de Táchira del 2010 al 2014.
Ese año fue llamado a Roma por el padre Adolfo Nicolás para ser delegado suyo para las casas y centros internacionales, que van desde la propia Curia general hasta la Pontificia Universidad Gregoriana, el Pontificio Instituto Oriental o el Observatorio Vaticano. Era consejero general de la Compañía de Jesús desde el 2008.
Además de su castellano natal, Arturo Sosa habla italiano e inglés, y entiende francés. Según Alan Fogarty, presidente de la Fundación de la Universidad Gregoriana, «es un hombre de gran fe, un auténtico líder».
La alegría de los participantes en la 36 Congregación general se desbordó en un gran aplauso cuando Sosa alcanzó la mayoría simple de los votos requerida para la elección.
Después de los abrazos, los electores y el nuevo superior general fueron a la capilla para un plegaria de acción de gracias.
La primera persona informada de la elección ha sido el Papa Francisco, que estaba a la espera de la noticia como el resto de sus hermanos jesuitas en todo el planeta. El cargo no requiere confirmación del Papa, pero la Congregación General siempre le informa primero a él antes de hacer público el nombre del elegido.
El Papa Francisco, que ha sido el primero en recibir la noticia se ha manifestado «contento» y le ha enviado una bendición. Sus biografías incluyen muchos paralelismos.
El padre Sosa es el primer superior general no europeo en cuatro siglos de historia de la Compañía de Jesús y, por supuesto, el primer latinoamericano. En sus primeras declaraciones a Radio Vaticana ha manifestado sentirse «muy sorprendido» y «necesitado de mucha ayuda».
Según el jesuita Antonio Spadaro, director de «La Civiltà Cattolica» y uno de los electores, el nuevo padre general «es una figura espiritual, intelectual y de gobierno. Con experiencia de afrontar tensiones en un país muy difícil y complejo».
Arturo Sosa, un hombre jovial de pelo y bigote blancos, es alguien «que sabe escuchar, un hombre de paciencia», según el presidente de la Fundación de la Universidad Gregoriana, Alan Fogarty, uno de los primeros en hacer comentarios y buen conocedor del nuevo superior general, pues era su jefe directo hasta ahora.
El padre Sosa nació en Caracas el 12 de noviembre de 1948 y es doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Central de Venezuela. Además de su preparación académica, conoce la situación política de Venezuela de primera mano pues ha sido superior de los jesuitas de su país desde 1996 a 2004, que incluyen la época tormentosa de Hugo Chávez.
Sosa es un personaje académico de gran envergadura, pues ha sido profesor en la Universidad Católica Andrés Bello y en la Universidad Central de Venezuela, así como rector de la Universidad Católica de Táchira del 2010 al 2014.
Ese año fue llamado a Roma por el padre Adolfo Nicolás para ser delegado suyo para las casas y centros internacionales, que van desde la propia Curia general hasta la Pontificia Universidad Gregoriana, el Pontificio Instituto Oriental o el Observatorio Vaticano. Era consejero general de la Compañía de Jesús desde el 2008.
Además de su castellano natal, Arturo Sosa habla italiano e inglés, y entiende francés. Según Alan Fogarty, presidente de la Fundación de la Universidad Gregoriana, «es un hombre de gran fe, un auténtico líder».
La alegría de los participantes en la 36 Congregación general se desbordó en un gran aplauso cuando Sosa alcanzó la mayoría simple de los votos requerida para la elección.
Después de los abrazos, los electores y el nuevo superior general fueron a la capilla para un plegaria de acción de gracias.
La primera persona informada de la elección ha sido el Papa Francisco, que estaba a la espera de la noticia como el resto de sus hermanos jesuitas en todo el planeta. El cargo no requiere confirmación del Papa, pero la Congregación General siempre le informa primero a él antes de hacer público el nombre del elegido.